Rafael Mesa Leal

Málaga

Según los datos obtenidos de su hijo Rafael Mesa Juárez, su padre pudo verlo por última vez cuando tenía un año. Siempre anduvo buscando e interesándose por su padre. Supo por el compañero que estuvo a su lado en la guerra dónde murió: en Vich. Está en un lugar del cementerio sin especificar, en una fosa.

Rafael Mesa Leal había nacido en Málaga en 1907, se crió y vivió en el partido de Jarazmín, perteneciente a Málaga y trabajó en la fábrica de cementos de La Araña. Llegó a ser chófer del director. Según su hijo, nunca fue militante pero simpatizaba con la República. Hizo el servicio militar en la Marina y en 1936 estaba de chófer.

Durante la guerra habían llegado unos parientes de Fuente Piedra (Málaga), refugiados y se fueron asentando en su casa y en otras de la zona, incluida La Araña. Los que venían de Fuente Piedra decían: Si esta gente se acerca hay que irse, que ya hemos visto los moros lo que vienen haciendo. Simpatizaba con la República. Se casó el 8 de octubre de 1935. Trece meses después ya había nacido su hijo Rafael. Llega el 8 de febrero de 1937 y ante la ocupación de Málaga parte con toda la familia, su niño con tres meses, familia de parte y parte, un montón de gente por la Carretera de Almería.

Por el camino el hijo se moría de hambre. La madre le daba de mamar pero como ella no comía no había nada que hacer. Rafael cogió un jarrillo de lata y a uno que vio con cabras, le pidió un poco de leche en el jarrillo y ya con mucho, le dio un poco y la madre se la tomó y ya dicen que el niño pudo mamar un poco. Y lo que pasaron….

En Almería ya pidieron que los hombres se presentaran y el padre dijo que se iba. Su mujer le decía que si él se iba los demás se iban a morir de necesidad, pero él se presentó y como era chófer, lo necesitaron corriendo, a la primera. Estuvo en los frentes, en el Ebro, por Barcelona, recogiendo enfermos, trasladándolos a los hospitales, viendo horrores de todo tipo. En noviembre de 1937 él fue a ver a su familia, se le veía feliz… pero tuvo que volverse al frente.

El amigo suyo que siempre estuvo cerca porque iba con él casi siempre cuenta cómo iba trasladando heridos, unas hileras de heridos en esos hospitales que eran en el mismo frente muchas veces y ya fue la caída de Cataluña. En Vich, cerca de un surtidor iban en los coches y ven venir una nube de aviones. Su amigo Antonio le dijo que tenía que dejar el coche y correr y él dijo que ya no corría más que ya estaba entregado, que ocurriera lo que tuviera que pasar pero él ya no se movía más. Su amigo sí se fue y los vehículos y todo Vich fue bombardeado. Cuando el amigo lo vio estaba muerto casi fuera del coche. Lo trasladaron al hospital de Santa Cruz pero murió y lo llevaron a la fosa, allí lo llaman “per terra”. Fue el día 29 de enero de 1939. Su hijo muchos años después vio su nombre en la lista de enero de 1939 de defunciones y hoy está su nombre en una placa.

Las mujeres sufrieron mucho. Acostumbradas a no salir de su pueblo, a no saber de nada de nada y confiadas fueron ayudadas pero partieron a Alicante que estaba la abuela materna… luego de nuevo a Almería. Acaba la guerra y a Málaga volvieron en un barco y cuando llega el barco los conducen a la plaza de toros hasta que averiguan y ya a la casa. La esposa, joven, vestida de negro, que buscaba trabajo y limpiaba en una farmacia a cambio de un bocadillo, que se guardaba en el pecho para su niño. Llegaba por la noche deseando comerse la batata cocida que era lo que había en aquellos años de miseria lavando en un sitio, lavando en otro, así la pobre, esperando a ver si el marido volvía algún día. Siempre tuvo esperanza. Creía que había pasado a Francia y que alguna vez volvería. Murió casi con 90 años, en enero de 2000 siempre esperando y confiando en que los restos descansaran en Málaga a su lado.