MAPA DE FOSAS DE LAS VÍCTIMAS
DE LA GUERRA CIVIL Y LA POSGUERRA EN ANDALUCÍA
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FOSA DE ARCHIDONA. MÁLAGA.
Identificación
Código. 2901702 Carácter. Cementerio interior
Provincia. MÁLAGA Municipio. ARCHIDONA

Descripción
Fecha. 1936 Titularidad. Pública
Localización/Descripción.
Fosa 2 del cementerio de Archidona. La segunda fosa se ubica a escasos metros de la primera, concretamente en la parte trasera de la misma edificación que limita la anterior fosa. En este caso, no hay nada que la identifique y debe ensancharse hasta más allá de los escasos metros que han quedado sin nichos.
No tiene ningún tipo de construcción que la proteja ha sufrido construcciones de nichos sobre parte de ella. El estado de los restos es incierto.

Contexto histórico
Víctimas. 125
Fuentes.
Relato histórico.
El Norte de la provincia de Málaga se ve hostigado por las tropas sublevadas durante todo el verano de 1936, dado que Queipo de Llano proyectaba llegar a Antequera para conectar con Granada.

El 12 de agosto, el general Varela sale de Estepa para tomar Antequera logrando entrar en dicha ciudad sin apenas resistencia, en ella establece su Estado Mayor y organiza las incursiones militares por toda la comarca. . Será el 15 de agosto cuando avancen hacia Archidona, logrando una rápida victoria dado el desequilibrio de fuerzas. Las tropas del general Varela que contaban un total de 2.100 hombres, llegaron por la carretera de Antequera dividiéndose en tres grupos que entraron por el cerro de la Palomera, por la zona del Cerrillo y la Venta y por la fuente de Antequera Aún hoy algunas personas recuerdan que las defensas en Archidona eran muy escasas, lo que permitió que la lucha, que comenzó a mediodía, finalizara a las tres de la tarde.

En el libro El despertar de un silencio se recogen dos testimonios muy distintos de lo que fue la llegada de las tropas a Archidona:

“Y el medio día, la hora solemne del repique tradicional llegó en el inexorable caminar del tiempo. Y, ¡oh milagro sublime!; las campanas del santuario, desbordantes como jubilosas al romper su silencio, tocaron aprisa, vehementes, con son de triunfo, con eco de rendición [...] Las gloriosas fuerzas del Ejército, habían liberado a Archidona de horrible pesadilla [...]”.

“Agosto de 1936. El día 15 sobre las doce del mediodía, una caravana de camiones empieza a acercarse al pueblo de Archidona, disparando camiones y ametralladoras. Los hombres del pueblo con viejos fusiles y escopetas de caza, consiguen contener el avance de aquel poderoso ejército pero al final sucumben ante el arrollador avance del ejército fascista”.

Ese mismo día, según el Diario de Operaciones del General Varela, “se nombró la comisión gestora y demás autoridades, regresando la columna a las 19,30 sin más novedad. En el pueblo tomado se dejó la guarnición siguiente: una compañía de Regulares de Ceuta, una batería de 7, una sección de Ametralladoras de Regulares de Ceuta con cuatro máquinas y una sección de Zapadores”.

Efectivamente el 15 de agosto de 1936, José Gálvez Reina, nombrado por el comandante militar de la plaza y jefe de los regulares del ejército, José Jaudenes y Rey, se pone al frente de una comisión gestora; “En la ciudad de Archidona a quince de Agosto de mil novecientos treinta y seis; siendo la hora de las veinte, fuimos requeridos el Interventor de este Ayuntamiento Don Joaquín Checa González y el que certifica, como Oficial primero, Secretario accidental [...], por el Sr. Don José Gálvez Reina, vecino de esta localidad, el que dijo había sido nombrado Alcalde-Presidente de la Gestora de este Ilustre Ayuntamiento por el Comandante Militar de esta Plaza, Jefe de los Regulares del Ejército, que acaban de tomar esta población por las armas; habiéndole dado facultades para que nombrara cuatro gestores más para la Administración Municipal de esta Ciudad [...]” (AA.CC. 15/05/1936). No resulta aventurado deducir que antes incluso de la entrada de las fuerzas nacionales ya estaba pactada entre las autoridades militares y la oligarquía local cual iba a ser la nueva corporación municipal.

La represión también se inicia de forma inmediata; los conventos de Santo Domingo y de las Mínimas son usados como lugares de reclusión. Mientras que las Escuelas Pías se convierten en cuartel y lugar de detención hasta 1939. Esta fue muy fuerte durante los primeros meses, las detenciones son continuas y las ejecuciones numerosas, adquiriendo carácter de represalia. Manuel Moreno contaba en un artículo del periódico El popular “Los informes que nos dan las tropas es que están desesperados, por lo que están cometiendo toda clase de crímenes y salvajadas. El pueblo está materialmente deshecho y en particular las casas de aquellos compañeros que pertenecen al Comité Revolucionario, destrozadas y saqueadas por completo. Comité de Enlace de Archidona” (El Popular, septiembre 1936).

La represión también se manifiesta en otros aspectos, como la depuración de los cargos públicos y la reposición de los empleados del Ayuntamiento que fueron cesados por el Frente Popular. Es también una medida que permite asegurar el control de la localidad por los nuevos cargos; la Comisión Gestora “acuerda por unanimidad que se reintegren a sus cargos todos los empleados que hayan demostrado ser afectos al régimen que se instaura”, a partir de este momento se ha de demostrar la filiación al régimen para poder conservar u obtener un empleo público, a pesar de que la ley sobre depuraciones no se publica hasta el 10 de febrero de 1939. Ese tema continuará tratándose en sucesivas reuniones de la comisión, el 24 de agosto se lee una relación de “los empleados que en cumplimiento al acuerdo que consta en el acta que acaba de leerse se habían reintegrado a sus cargos, acatando el nuevo régimen”, y se propuso que “fuesen repuestos en los cargos que respectivamente desempeñaban los Sres. que fueron declarados cesantes por la anterior Gestora del Frente Popular”, incluyendo una lista con sus nombres. Además, “se acuerda la cesantía de todos los empleados municipales, que a pesar de la promulgación del bando invitándolos a su incorporación en los cargos que venían desempeñando, no lo han verificado hasta el día de hoy, con pérdida total de los derechos que puedan corresponderles” (AA.CC. 24/08/1936).

Otra medida de control será el aumento de las “fuerzas del orden”, decidiendo “aumentar la Guardia Municipal en nueve plazas más” (AA.CC. 24/08/1936).

No está de más destacar que nunca bastó con formar parte del nuevo régimen establecido, sino que había que afirmar en todo momento su adscripción, como harán cada año las sucesivas corporaciones con la conmemoración de la toma de Archidona y otras fechas semejantes. Otra forma de manifestar la adscripción al régimen será por agravio comparativo, como hacen patente las siguientes palabras que denigran a la anterior corporación “El Sr. Presidente expuso que como a todos constaba al tomarse esta ciudad por las tropas nacionales el día quince de agosto próximo pasado, se le designó Alcalde-Presidente de este ilustre Ayuntamiento, cargo que aceptó gustoso a fin de contribuir al restablecimiento de la vida administrativa del municipio, que venía interrumpida durante la dominación marxista [...]”, “continuando con el orden de esta sesión el mismo Sr. Presidente expuso la necesidad que había de adoptar los acuerdos pertinentes por encontrarse este Ayuntamiento en período de reorganización a consecuencia de que estuvo en poder de las hordas marxistas desde el día dieciocho de julio al quince de agosto del año anterior [...]” (AA.CC. 15/01/1937).

Así mientras las autoridades nacionalistas hacen ostentación de su victoria con sus celebraciones, con la construcción de un monumento a sus víctimas en la actual Plaza de la Iglesia (ahora desaparecido) y con la concesión de nichos gratuitos y a perpetuidad a aquellos nacidos en Archidona que cayeron en las filas de su ejército, sirva de ejemplo el siguiente extracto: “A continuación el Sr. Alcalde expuso que habiendo fallecido el Cabo de Infantería Marina Manuel Herrero Nieto, gloriosamente en defensa de la Religión y de la Patria, a consecuencia del combate que tuvo lugar el día cinco del corriente en el frente de esta ciudad, por las heridas recibidas del enemigo rojo, proponía que el nicho número 71 en donde fue inhumado el cadáver de tan valeroso soldado, se concediera a perpetuidad y la Comisión así lo acordó a todos los efectos correspondientes” (AA.CC. 12/02/1937). Las víctimas republicanas debían esconder su dolor, viendo como los suyos eran detenidos y ejecutados de forma arbitraria y sus cuerpos enterrados en una fosa, carentes de dignidad; tan sólo un rosal de rosas rojas plantado sobre una de las fosas del Cementerio Municipal ha servido durante todos estos años para recordarlos. No obstante, la discreción con que los familiares han profesado respeto a estas víctimas hubo de ser tan acusada que, incluso, muchos vecinos desconocían el significado de dicho rosal.

Actuación
Fecha. No hay constancia Promotor. Sin datos
Descripción de la actuación.
No tiene ningún tipo de construcción que la proteja ha sufrido construcciones de nichos sobre parte de ella. El estado de los restos es incierto.
No ha realizado ningún tipo de actuación sobre ella.

Fotos
Municipio. Fotografía Aerea
Fosa. Fotografía a pie de Fosa

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