MAPA DE FOSAS DE LAS VÍCTIMAS
DE LA GUERRA CIVIL Y LA POSGUERRA EN ANDALUCÍA
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FOSA DE PEÑARROYA-PUEBLONUEVO. CÓRDOBA.
Identificación
Código. 1405201 Carácter. Cementerio interior
Provincia. CÓRDOBA Municipio. PEÑARROYA-PUEBLONUEVO

Descripción
Fecha. 1939 Titularidad. Pública
Localización/Descripción.
Cementerio de Peñarroya - Pueblonuevo. En el interior del mismo se ha instalado un monolito conmemorativo a las víctimas.
En este municipio no se ha podido localizar la fosa común mediante coordenadas UTM, ya que ninguna de las fuentes orales consultadas ha sabido indicar su posible localización. Hay diferentes fosas pero se han ido exhumando los restos debido a la construcción de bloques de nichos y los restos se han ido pasando al osario común, pero no se saben si eran los restos de personas fallecidas en guerra. De lo único que se puede hablar es de la existencia de un pequeño monolito a la entrada del Cementerio en conmemoración de los caídos por la lucha de la democracia. La información escrita ha sido obtenida del Registro Civil. En total se han contabilizado 89 víctimas inscritas entre los años 1936-1950 de las que el lugar de enterramiento era el cementerio de Peñarroya, así como el dato de otros registros que hacen un balance de 90 las víctimas enterradas en el cementerio, desconociéndose el lugar exacto.

Contexto histórico
Víctimas. 90
Fuentes.
Relato histórico.
En Peñarroya-Pueblonuevo, la actuación de la Guerra Civil no está exenta de interrogantes en su proceso de decantación al lado del Gobierno. El día 20 de julio el capitán Amador Martín ordenó la concentración bajo su mando de la Guardia Civil de todos los pueblos próximos. A partir de entonces el Frente Popular, estuvo en contacto con el cuartel a través del teléfono, llevado la iniciativa el diputado Eduardo Blanco, que en todo momento evitó la acción directa de las masas y arbitró el entendimiento por ambas partes. La dinamita de las minas se había depositado en el Ayuntamiento, y los mineros ocuparon el Casino de Pueblonuevo con fines estratégicos.

La lealtad gubernamental de esta zona sirvió de estímulo en la Sierra para muchos de los esfuerzos revolucionarios en otros pueblos próximos. La clave del control republicano estuvo en la cabecera de línea de la Guardia Civil de Peñarroya-Pueblonuevo. Aquí actuó rápidamente el Frente Popular, y se nombró el Comité de Defensa, presidido por el alcalde Fernando Carrión Caballero. Figuraba también en el Comité el diputado Eduardo Blanco, y otros representantes de los sindicatos, con algún miembro comunista y sindicalista.

Los asesores de Queipo del Llano perseguían tres finalidades. Alejar al enemigo de la vía férrea Sevilla-Mérida (zona de Llerena, Azuaga y Fuenteovejuna): dislocar las peligrosísimas concentraciones republicanas de la citada zona de Azuaga, y en tercer lugar, ocupar la rica cuenca minera de Peñarroya. Las líneas republicanas sufrieron un duro revés con la pérdida de Fuenteovejuna. Pero las columnas de Sáenz de Buruaga partieron de Cerro Muriano hacia Peñarroya, pero encontraron una dura oposición a la altura de El Vacar, la cual fue superada con la ayuda de una columna de apoyo salida de Sevilla al mando del teniente coronel Álvarez de Rementería.

Queipo planteó una acción envolvente por la carretera de Villaviciosa, con lo que la ofensiva hacia Peñarroya entraba en una tercera fase. Era un punto estratégico dado su s reservas de carbón. Con la batalla de Pozoblanco, Peñarroya se había convertido en uno de los objetivos a conseguir por parte de las tropas gubernamentales una vez recuperados los pueblos vecinos de Los Blázquez, Valsequillo y La Granjuela. La Cuenca minera era uno de los objetivos a recuperar.

A lo largo de 1937 y 1938 la zona se vio sometida a una serie de combates para hacerse ambos bandos con posiciones. En abril de 1937 el pueblo de Los Blázquez será recuperado por las tropas republicanas. El 31 de marzo continuó la contraofensiva republicana, avanzando por las carreteras de Espiel y Peñarroya, llegando al puerto del Calatraveño y a cerros de Cabeza Mesada. El 31 quedó ocupada la zona minera de El Soldado (Villanueva del Duque) y se rebasó en ocho kilómetros en dirección a Peñarroya. El 3 de abril la contraofensiva republicana tomó nuevos bríos y entró en su segunda fase poniendo en apuros los dominios franquistas en la cuenca de Peñarroya. El plan de acciones republicano consistía en la acción inmediata de Peñarroya ocupando el triángulo de Valsequillo – Los Blázquez – La Granjuela y de allí a Fuenteovejuna para así hacerse con Peñarroya posteriormente.

Desde el 5 de enero de 1939 hasta el 4 de febrero, se llevó a cabo la última gran batalla de la República eligiéndose como escenario la línea de frete comprendida entre Hinojosa y Villanueva del Duque y en dirección a Peñarroya, Fuenteovejuna, La Granja y Peraleda. En esta batalla intervinieron 72.000 hombres por parte franquista y 92.500 por parte republicana con un balance conjunto de 30.000 bajas y entre ellas unos 8.000 muertos. En absoluto fue una batalla simbólica en la que miles de muertos dejaron sembrados los campos cordobeses de Peñarroya a Valsequillo y Los Blázquez. El grueso de la operación se desarrolló en tierras de Córdoba, a pesar de la animadversión que se reflejaba en las elites del Ejército republicano.

En 1940 cayeron en Peñarroya ante el piquete de ejecución 47 presos republicanos, hasta finales del verano en que todos los detenidos de la provincia se concentraron en la capital. El 11 de enero fusilaron a Julio Perea Peña, cuyo hermano Felipe había sido destacado dirigente socialista de la cuenca minera antes de la República y fue concejal en 1931.

El 27 de febrero sufrió la última pena otro militar republicano, Fermín Pradera Nieto. Junto con él, el ex alcalde de los Blázquez, Honorio Esquinas Benavente, un hombre pacífico que había evitado cualquier violencia en su pueblo, y a pesar de ello lo mataron. Otro militar republicano, Alfonso Rodríguez Imbernón, natural de Alcoy, aparece fusilado el 8 de abril. En este mes llegaron a las cárceles de Peñarroya (Ayuntamiento y Sindicato) los presos de toda la zona de Fuenteovejuna, siendo fusilado el 25 de mayo, entre otros, Manuel Caballero, acusado de pertenecer al Comité de Guerra. También entre los fusilados en Peñarroya se contaban bastantes oriundos de Alcaracejos, como los tres hermanos Mansilla Moreno (Nerea, José y Juan de Dios). A todos los incluye la “Causa General” bajo una acusación en masa de intervenir en los sucesos violentos del pueblo en 1936.

Actuación
Fecha. Desconocida Promotor. Ayuntamiento
Descripción de la actuación.
En este municipio no se ha podido localizar la fosa común mediante coordenadas UTM, ya que ninguna de las fuentes orales consultadas ha sabido indicar su posible localización.

Hay diferentes fosas pero se han ido exhumando los restos debido a la construcción de bloques de nichos y los restos se han ido pasando al osario común, pero no se saben si eran los restos de personas fallecidas en guerra.

De lo único que se puede hablar es de la existencia de un pequeño monolito a la entrada del Cementerio en conmemoración de los caídos por la lucha de la democracia.
La información escrita ha sido obtenida del Registro Civil. En total se han contabilizado 89 víctimas inscritas entre los años 1936-1950 de las que el lugar de enterramiento era el cementerio de Peñarroya, así como el dato de otros registros que hacen un balance de 90 las víctimas enterradas en el cementerio, desconociéndose el lugar exacto.
Monolito conmemorativo a los que dieron su vida por la democracia.

Fotos
Municipio. Fotografía Aerea
Fosa. Fotografía a pie de Fosa

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