MAPA DE FOSAS DE LAS VÍCTIMAS
DE LA GUERRA CIVIL Y LA POSGUERRA EN ANDALUCÍA
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FOSA DE ALMERÍA. ALMERÍA.
Identificación
Código. 0401302 Carácter. Cementerio interior
Provincia. ALMERÍA Municipio. ALMERÍA

Descripción
Fecha. 1944 Titularidad. Pública
Localización/Descripción.
Se encuentra situada en el cementerio de San José de la capital almeriense. Ocuparía parte del primer recinto, a la derecha de la entrada, y a continuación de la anterior, en el pasillo que separa la manzana. A su vez, albergaba pequeñas fosas que tenían entre 1 y 10 muertos: n122 (10 víctimas), n42 (1 víctima), n94 (10 víctimas) y n68 (5 víctimas).
Actualmente la fosa no es identificable, pues sobre ella se han llevado a cabo construcciones de nichos.

Contexto histórico
Víctimas. 26
Fuentes.
Relato histórico.
La sublevación militar en Almería se inicia el día 21 de julio a las 6 de la madrugada, cuando soldados del Batallón de Ametralladoras nº 2, carabineros, guardias civiles, y unos treinta civiles vinculados a grupos de derecha, inician la insurrección.

El retraso en la decisión de sublevación había permitido a las organizaciones obreras concentrar en Almería a obreros del bajo Andarax y del norte de la provincia y situarlos estratégicamente en las principales calles y edificios de la capital.

Si en un primer momento las columnas militares lograron vencer las barricadas, no consiguieron superar la resistencia ofrecida por los guardias de asalto en el Gobierno Civil.

Entre los militares no existía unanimidad, y el gobernador militar teniente coronel Juan Huerta Topete, no estaba convencido de poder resistir. Tras la llegada del destructor Lepanto al puerto y la amenaza de bombardear el cuartel, el gobernador Militar ordena izar la bandera blanca en la Alcazaba.

La comandancia de la guardia civil, último reducto sublevado de la ciudad, se rindió un par de horas después. Tras la derrota de los insurrectos en la capital, las actividades de los conspiradores en la provincia estaban condenadas al fracaso. Tras estos sucesos la provincia de Almería quedó en el bando republicano durante toda la guerra civil.

En Almería, como ocurrió en otras provincias, se constituyó el comité Central Antifascista con representantes socialistas, comunistas y anarquistas. Y se instaló en el edificio del casino, este comité significó la máxima expresión de poder en la retaguardia almeriense durante los primeros meses de la guerra civil. Desde sus oficinas se ordenaban incautaciones, detenciones, envíos de columnas a los frentes próximos, etc.

Uno de los aspectos que más han trascendido de esta primera etapa ha sido el de la represión, los comités de toda la provincia decretaron la detención de todas las personas sospechosas de haber participado en la sublevación. Salvo en algunos municipios, donde la eliminación de los detenidos fue decretada por el comité local, los apresados fueron conducidos a la capital y puestos a disposición de la Delegación de Orden Público y Presos, dominada por la FAI. Las victimas eran excarceladas y conducidos a los lugares elegidos: playa de la Garrofa, los pozos de Tabernas o el cementerio de la capital.

Mientras la población civil sufría los problemas propios de la guerra como era la carencia de abastecimiento de víveres y artículos de primera necesidad. Con una población refugiada, procedente sobre todo de Málaga, los sistemas de racionamiento resultaron insuficientes. Otra de las preocupaciones de los ciudadanos fue el ataque indiscriminado de aviones o barcos, estos ataques se sucedían desde noviembre de 1936, el de más trascendencia en la prensa internacional fue el llevado a cabo el 31 de mayo de 1937, cuando cuatro barcos alemanes lanzaron casi 200 proyectiles sobre la capital durante más de 40 minutos, como consecuencia de este ataque murieron 31 personas.

Para poder proteger a la población civil, las autoridades promovieron la construcción de refugios por toda la ciudad.

El final de la guerra se vivió en Almería con especial atención. El golpe de Casado contra el gobierno de Negrín había unido a anarquistas, republicanos y amplios sectores socialistas contra los comunistas y los partidarios del primer ministro. Los dirigentes del PCE en la provincia fueron reemplazados en sus cargos y muchos de ellos ingresaron en prisión. En las cárceles, paralelamente, los partidarios de Franco ya habían organizado la toma de poder en las instituciones locales. La rendición de la República a finales de marzo de 1939, supuso que los republicanos de distintas tendencias intentaran huir en barcos o por carretera hacia Águilas o Alicante. Especialmente dramática fue la huida de los dirigentes comunistas, recién puestos en libertad, en el último buque que partió desde el puerto de Almería.

Tras acabar la guerra, las fuerzas franquistas iniciaron la detención y enjuiciamiento miliar de todos los que consideraban enemigos del nuevo régimen. Pronto se llenaron las prisiones de la provincia, destacando la de “El Ingenio”, una antigua fábrica de azúcar situada en la capital, y a donde eran llevados todos los presos de la provincia, sobre todo los condenados a muerte. Las condiciones de vida de los reclusos eran bastante penosas, durmiendo muchos en los patios y sujetos a las inclemencias del tiempo.

Muchos de estos encarcelados fueron condenados y ejecutados en las tapias del cementerio de Almería, el primer fusilamiento tuvo lugar el 5 de abril de 1939, y fue el de Enrique Fornovi Martínez, que había sido fiscal de la república, y pertenecía al PSOE.

Las ejecuciones se suceden hasta 1947, aunque desde 1944 el número de ejecutados desciende, en total son fusilados 392. La mayoría de las víctimas eran jornaleros, pequeños propietarios y obreros de la ciudad, pertenecían a las organizaciones izquierdistas. La edad media de los fusilados estaba en torno a los 30 años, y salvo en un caso todos eran hombres. De todos ellos 53 eran de la capital, y 56 habían nacido en otras provincias. El resto eran de la provincia de Almería, siendo la zona más castigada la del poniente.

Uno de los juicios que más trascendencia tuvo en la posguerra almeriense fue el conocido como el del Parte Inglés. Eran un grupo de jóvenes antifascistas que se dedicaban a distribuir clandestinamente información emitida por la BBC de Londres. Acusados de querer favorecer la victoria de Inglaterra y la Unión Soviética en la Guerra Mundial, y propiciar así un cambio de régimen en España, fueron detenidos un centenar de almerienses en abril de 1941. Tras un juicio con dudosas garantías procesales, 8 de ellos fueron condenados a muerte, y ejecutados en el cementerio el 11 de agosto de 1942. Entre las victimas estaba la única mujer fusilada en Almería, Encarnación Magaña Gómez, una joven de 20 años.

También los años 40 supusieron la persecución de personas que habían huido para no someterse al régimen franquista. En general se trataba de antiguos excombatientes del bando republicano que sobrevivían en las sierras de la provincia enfrentándose con las fuerzas del régimen, aunque más que enfrentarse, lo que hacían era huir de sus enemigos. Poco a poco fueron cayendo en manos de la Guardia Civil y muchos murieron. Podemos destacar a Manuel Pérez Berenguer, conocido como el Mota, que andaba por las sierras del medio y alto Andarax; Antonio Manchón Jiménez, apodado el Carbonero, cuyo área de acción era Sierra Almagrera; Melchor Alonso Mellado, el Espadilla, que andaba por la misma zona que el anterior; Juan Nieto Martínez, llamado el Cuco, o los llamados Hermanos Matías.

Todas las personas que fueron fusiladas en la provincia de Almería se encuentran enterradas en diversas fosas comunes del cementerio de esta capital.

Existen en ese momento en la capital dos registros civiles que pertenecen a dos distritos diferentes de la ciudad. El distrito 1º también llamado de la audiencia, recoge las muertes producidas en el hospital provincial; y el distrito 2º llamado de San Sebastián, recoge las muertes que se producen por fusilamiento en el cementerio y las que ocurren en la cárcel. Por lo tanto, y aunque hemos consultado los dos, el 2º es el que más nos interesa.

Es curioso que en las anotaciones que se hacen en los libros de defunción, las personas fusiladas aparecen siempre tachado el Don que viene por defecto en las hojas del libro, es una forma más de represión. Esto también se da en los inscritos que murieron en el frente luchando en el bando republicano.

La inscripción de fusilados se localiza fácilmente, pues siempre de la misma forma, en un mismo día aparecen inscritos todos los que murieron en la misma saca. La causa de la muerte es siempre “lesiones por arma de fuego”, no dice el lugar en el que murieron, pero sí la fecha, que podía haber ocurrido bastantes días antes, y la hora en la que ocurrió, normalmente de madrugada, al amanecer.

Consultando los libros del cementerio podemos constatar la fosa en la que fueron enterrados cada uno de ellos. Todas se localizan en el primer recinto a la entrada en la parte derecha. Según los testimonios recogidos, se abrían grandes agujeros en el suelo y cuando se llenaba uno se abría otro al lado. Los enterramientos se inscribían con toda precisión en el libro de registro del cementerio, para su localización.

En años posteriores, a finales de los 40, parece que se excavaron los terrenos donde estaban las fosas, muchos familiares que e entraron pudieron recuperar los restos y enterrarlos en nichos, pero el resto fueron llevados a un osario común del que desconocemos su localización.

Actualmente los lugares que ocuparon las fosas están ocupados por edificios de nichos modernos, no son nada reconocibles, porque no hay nada que los identifique, siendo el único lugar donde existen fosas comunes en Almería.

Actuación
Fecha. No hay constancia Promotor. Sin datos
Descripción de la actuación.
Actualmente la fosa no es identificable, pues sobre ella se han llevado a cabo construcciones de nichos.
No se ha llevado a cabo ninguna actuación de las propuestas.

Fotos
Municipio. Fotografía Aerea
Fosa. Fotografía a pie de Fosa

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