MAPA DE FOSAS DE LAS VÍCTIMAS
DE LA GUERRA CIVIL Y LA POSGUERRA EN ANDALUCÍA
Presentación Resultados Referencias Créditos Búsquedas
Almería Cádiz Córdoba Granada Huelva Jaén Málaga Sevilla
1400101 - ADAMUZ
1400201 - AGUILAR DE LA FRONTERA
1400202 - AGUILAR DE LA FRONTERA
1400301 - ALCARACEJOS
1400501 - ALMODÓVAR DEL RÍO
1400701 - BAENA
1400901 - BELMEZ
1401001 - BENAMEJÍ
1401201 - BUJALANCE
1401301 - CABRA
1401401 - CAÑETE DE LAS TORRES
1401901 - CASTRO DEL RÍO
1402001 - CONQUISTA
1402101 - CÓRDOBA
1402102 - CÓRDOBA
1401801 - EL CARPIO
1407401 - EL VISO
1402401 - ENCINAS REALES
1402402 - ENCINAS REALES
1402501 - ESPEJO
1402502 - ESPEJO
1402601 - ESPIEL
1402701 - FERNÁN-NÚÑEZ
1402901 - FUENTE OBEJUNA
1403001 - FUENTE PALMERA
1403101 - FUENTE-TÓJAR
1403301 - GUADALCÁZAR
1403501 - HINOJOSA DEL DUQUE
1403601 - HORNACHUELOS
1403702 - IZNÁJAR
1401701 - LA CARLOTA
1401702 - LA CARLOTA
1405701 - LA RAMBLA
1406501 - LA VICTORIA
1401101 - LOS BLÁZQUEZ
1403801 - LUCENA
1403901 - LUQUE
1404001 - MONTALBÁN DE CÓRDOBA
1404101 - MONTEMAYOR
1404201 - MONTILLA
1404301 - MONTORO
1404401 - MONTURQUE
1404402 - MONTURQUE
1404403 - MONTURQUE
1404501 - MORILES
1404601 - NUEVA CARTEYA
1404602 - NUEVA CARTEYA
1404701 - OBEJO
1404801 - PALENCIANA
1404901 - PALMA DEL RÍO
1405001 - PEDRO ABAD
1405002 - PEDRO ABAD
1405101 - PEDROCHE
1405201 - PEÑARROYA-PUEBLONUEVO
1405401 - POZOBLANCO
1405501 - PRIEGO DE CÓRDOBA
1405601 - PUENTE GENIL
1405602 - PUENTE GENIL
1405603 - PUENTE GENIL
1405801 - RUTE
1405901 - SAN SEBASTIÁN DE LOS BALLESTEROS
1406101 - SANTA EUFEMIA
1406001 - SANTAELLA
1406002 - SANTAELLA
1406401 - VALSEQUILLO
1406701 - VILLAFRANCA DE CÓRDOBA
1406801 - VILLAHARTA
1406901 - VILLANUEVA DE CÓRDOBA
1407101 - VILLANUEVA DEL REY
FOSA DE CASTRO DEL RÍO. CÓRDOBA.
Identificación
Código. 1401901 Carácter. Cementerio interior
Provincia. CÓRDOBA Municipio. CASTRO DEL RÍO

Descripción
Fecha. 1940 Titularidad. Pública
Localización/Descripción.
La fosa se encuentra en interior del cementerio de la localidad.
La fecha del enterramiento común oscila entre 1936 y sobre todo 1940, siendo este, el año que más muertes se produjeron. En lo relativo a las fosas, el caso de Castro del Río la fosa común donde se enterraban las víctimas de guerra está localizada y conservada perfectamente. Se trata de una fosa rectangular de grandes dimensiones situada en uno de los laterales del Cementerio. Las víctimas eran fusiladas en el exterior del Cementerio y posteriormente arrojadas a las fosa. Justo en la entrada del cementerio nos encontramos con un monolito en recuerdo de las víctimas de Castro del Río. En los Libros del Ayuntamiento tenemos registradas 162 víctimas, la mayoría muertas entre 1939 y 1940, es decir, ya en posguerra. En el caso del Registro Civil aparecen registradas 177 víctimas. Las 162 del Ayuntamiento las encontramos en el Registro, y alguna más, en total aparecen 186 víctimas. Sin embargo solo podemos decir que solo aparecen enterradas en el cementerio 112 según los datos de los libros. Las víctimas que aparecen en el Registro y no aparecen en el Ayuntamiento son, sobre todo, fallecidos en 1936, bien por haberles aplicado el bando de guerra o por haber muerto en un tiroteo. La fuente principal para la localización de la fosa ha sido la fuente oral. El mismo sepulturero del cementerio nos aportó toda la información necesaria para localizar y conocer la fosa común.

Contexto histórico
Víctimas. 112
Fuentes.
Relato histórico.
Situación de Castro del Río a partir del 19 de julio de 1936:

Una vez que la rebelión triunfó en la capital (18 y 19 de julio), la mayoría de los puestos de la Guardia Civil de la provincia obedecieron las órdenes del Coronel Cascajo (director de la sublevación en Córdoba), para que se proclamara en cada pueblo el bando de guerra, se clausuraran las Casas del Pueblo y se tomaran los Ayuntamientos. El panorama que ofrecía la provincia de Córdoba era bastante irregular, pero favorable a los insurrectos: de los 75 pueblos, 47 se sublevaron (35 de la campiña, entre ellos Castro del Río, y 16 de la Sierra). En Castro del Río, gran pilar del obrerismo de Córdoba, la sublevación de la derecha y la guardia civil se produjo en las primeras horas del domingo 19 de julio de 1936. Según el vecino de Castro Francisco Merino Cañasveras: Al anochecer del día 18 los campesinos, que se encontraban segando en la campiña, recibieron el aviso de concentrarse en el pueblo. Y con algunas armas que pudieron requisar en los cortijos se presentaron en Castro en espera de acontecimientos. Al día siguiente, llegó un camión procedente de Córdoba que se detuvo en el Llano de la Fuente y de él se apearon 10 ó 12 guardias civiles al mando de un teniente, que venían en auxilio de la guarnición de Castro. Entraron por el Arco de los Mesones y avanzaron en filas por las aceras hasta que se entraron en el cuartel, sito en la calle Corredera. Después salieron, apoderándose del Ayuntamiento, Teléfonos y Telégrafos. Y a unos anarquistas que llevaban un cura preso los detuvieron. El día 20, sobre las 7 de la mañana llegó la Artillería enviada en auxilio desde Córdoba. La columna de artilleros logró penetrar en algunas calles del pueblo, pero no pudo lograr su objetivo de llegar al cuartel, dada la resistencia y tiroteo por parte de la masa popular. El jefe de la Batería fue herido y decidieron marcharse en dirección a Espejo. Mientras tanto, los guardias acuartelados en compañía de un grupo de propietarios, como los conocidos hermanos Navajas, no se atrevieron en ningún momento a salir a la calle para apoyar a los fusileros de Córdoba. Los terratenientes estaban muy temerosos por los duros conflictos que aquella primavera habían mantenido con los campesinos castreños. El día 21, la llegada de un camión de mineros de Linares en ayuda de los campesinos de Castro puso fin a la sublevación en el pueblo, dando comienzo a la revolución anarcosindicalista.

La zona de Espejo y Castro del Río, en plena campiña cordobesa, fue donde la revolución alcanzó mayor grado de coordinación y resistencia frente a los ataques de los militares sublevados. Numerosas columnas enviadas por Queipo de Llano y Cascajo se estrellaron ante la resistencia anarquista. En Castro del Río los campesinos de la FAI y de la CNT fueron los protagonistas de los acontecimientos. Los mineros de Linares y La Carolina, anteriormente citados, venían provistos de gran cantidad de dinamita. Desde los tejados próximos arrojaron artefactos de fuego al cuartel. Desde el Cuartel se arreció la defensa, cuyos disparos causaron la muerte de dos obreros (Jacinta Romero y un tal “Pepinito”). Por parte del bando derechista murió por un disparo Dolores Doncel Medina, esposa de Mateo Navajas, uno de los sublevados. Además ese mismo día 21 de julio cayeron mortalmente heridos los propietarios (un número de 12) que se encontraban acuartelados. El día 22, el resto de sublevados del Cuartel efectuó una salida desesperada. La mayoría murieron en la huida, consiguiendo huir el teniente, el propietario Mateo Navajas y algún otro. Otro grupo, el sargento, el falangista Juan R. Cubero y dos guardias se refugiaron en el Cortijo “El Garabato” donde mataron al vigilante de los depósitos de agua. Estos, cuando se vieron cercados, se suicidaron. Así terminó la lucha por hacerse con el dominio del pueblo. En Castro se declaró inmediatamente el comunismo libertario: supresión de la moneda, incautación del dinero del banco, de las fincas rústicas, que se entregaron a la CNT para su explotación colectiva, incautación de víveres, armas e inmuebles. Las iglesias e imágenes religiosas fueron quemadas. En las calles de Castro el júbilo popular era desbordante. Los colores rojo y negro de la confederación lucían por todas partes. Todos los productos de consumo requisados se concentraban en los Centros de Abastecimiento.

La composición del “Comité Revolucionario” era: Antonio Elías Herencia, Alfonso Nieves Núñez, José Dios Criado, Juan Gómez Gutiérrez, Manuel Castro Merino, Pedro Calvo García, Francisco Recio Rojano, José Porcel Rivas.

Castro del Río, una vez que los pueblos de alrededor cayeron en manos de los sublevados, recibió una auténtica avalancha de refugiados. Por otra parte, los castreños tuvieron que hacer frente a numerosos ataques de las fuerzas nacionales; el más importante el efectuado por el general Varela, realizado el día 6 y 7 de agosto, que apareció por la carretera de Nueva Carteya. El grueso de la columna estaba formado por moros marroquíes. Su acción estuvo apoyada por Artillería y aviación de castigo. Mientras que se desarrollaba la lucha las represalias que se aplicaron por parte de la columna del general provocaron la muerte de la familia de Rafael Medina (padre, hijo y nieto), Rafael Garrido, Rafael Zamora y su hijo, Millán García y Carmen Lozada y su hijo. El ánimo de resistencia de los anarquistas de Castro del Río fue inusual. El puesto de los milicianos caídos era ocupado inmediatamente por otro y hubo mujeres que también empuñaron las armas en las barricadas. Sin embargo, en la noche del 7 de agosto muchos campesinos empezaron a considerar su causa perdida y organizaron la retirada hacia Bujalance. Antes, un grupo de milicianos asesinaron a algunos empleados de la Fábrica “Carbonell”, entre ellos al apoderado D. Julio Trenas Cosano. Aquella misma noche también se retiró Varela, considerando Castro del Río inexpugnable, al enterarse de esta retirada, muchos de los campesinos que habían marchado a Bujalance regresaron.

En cuanto a las víctimas de derechas habidas en Castro durante la dominación obrera, el “Diario de Operaciones del Ejército del Sur” habla de un total de 70 (entre ellas 4 curas, 6 guardias civiles y gran parte de los propietarios y de los labradores del pueblo, como Antonio Navajas Moreno). Sin embargo la “causa general” sólo contabiliza 34 derechistas fusilados, en los documentos del general Cuesta se establece la cifra de 81 muertos de derechas. Entre las víctimas de izquierdas debemos decir que 26 presos llevaron a córdoba el 20 de julio y fusilados allí mismo, 1 fusilado en Castro a las afueras, 7 u 8 que mataron los moros el 6 de agosto, 2 el 7 de octubre, en total 37 personas fusiladas de izquierdas sin contar los muertos en combate.

A partir del 19 de agosto, en que se presentó en la zona Pérez Salas, la lucha obrera de Castro perdió su carácter localista, adquiriendo mayor envergadura a nivel provincial.

Perdido Espejo, la defensa de Castro del Río, situado a unos siete Kilómetros, era imposible. El 24 de septiembre se inicio la descomunal evacuación de Espejo y Castro de la totalidad de la población civil y combatiente en dirección a Bujalance.

En la noche del 25 al 26 de septiembre aún hubo lugar para las represalias contra derechistas, aproximadamente17 según el Registro Civil. Al amanecer del día 26 las fuerzas de Sáenz de Buruaga, Baturone y Sagrado entraron en Castro sin ninguna resistencia. Ya el día anterior por la tarde se había realizado una incursión de las fuerzas rebeldes en Baena. Después de esta ocupación quedaron guarnecidos por el batallón del “Gran Capitán” y una batería del 7,5.

Por otro lado la s fuerzas republicas se rehicieron sus efectivos en la localidad de Bujalance, donde se estableció Pérez Salas, conviviendo con tropas regulares los milicianos del 2º Batallón de Jaén Y las centurias de la FAI – CNT, que se agruparon en la columna de Andalucía - Extremadura La represión en Castro del Río: La represión de posguerra en Castro fue una de las más sangrientas de la provincia. Las cifras entre 1939 y 1940 se cuantifican en 181. Aunque en Castro se fusilaron a bastantes de Espejo, Baena, Luque y alguno de Priego. A las 3 y 4 de la tarde se producían las ejecuciones en el cementerio, los 11 primeros cayeron el 11 de junio. El 19 de noviembre fueron fusiladas 6 personas, entre ellas Antonio Márquez Bello “El Chino”. El 25, 10 personas fueron asesinadas, entre las que se encontraba José Cañasveras Villatoro. La madrugada del 5 de diciembre de 1939 fueron fusiladas 6 personas, encabezadas por Manuel Castro Merino “el abogado de los pobres”, en la tapia del cementerio. Otro prisionero, Francisco Torronteras García, se cortó las venas. Anteriormente, el 11 de mayo, el campesino Felipe Aguilera Arroyo, se suicidó metiendo la cabeza en una letrina de la prisión. En la prisión del convento de Las Monjas, José Sánchez Sánchez, puso fin a las torturas que sufría arrojándose a un pozo. En 1940 continuaron los fusilamientos, el 26 de enero mataron a 7, al conserje del centro obrero José Sánchez Rosa, y a José Navajas Pérez (“Barreto”). El 10 de abril cayeron 18, entre ellos estaba Diego Prados Bracero. El 13 de mayo, 4 fusilados, como Alfonso Criado Garrido. El 18 de mayo, Rafael Moreno Herencia “Maruca” y Alfonso Camargo Ortega. El 4 de junio mataron a José Porcel y a José Sánchez Alcántara. Las últimas ejecuciones en Castro del Río tuvieron lugar en septiembre, días después se trasladaron los presos a Córdoba donde continuó la represión: el 30 de septiembre, José Dios Criado, uno de los principales dirigentes anarcosindicalistas de Castro y perteneciente al Comité de 1936; también del Comité, pereció el cenetista Lucas Centella Aranda.

Toda la masa obrera, anarquistas en su mayoría, que se había marchado a zona republicana durante la guerra, fueron apresados al terminar ésta. El Depósito Municipal quedó abarrotado enseguida y se habilitó como cárcel el Convento de Santa María de Scala Coeli. En Castro se concentraron presos de otros muchos lugares como Espejo y Baena. A finales del verano de 1940 se llevó a cabo la concentración de todos los presos de la provincia en la prisión provincial de la capital, en el Alcázar de los Reyes Cristianos y más tarde en la cárcel nueva. En la cárcel de Castro o Convento de las Monjas se propinaron palizas a los detenidos. Según Francisco Merino Cañasveras, las palizas tenían lugar durante los interrogatorios y allí actuaban como verdugos “los Gallito”, “los Blanca” y “los Potrilla”. Muchos presos morían por los golpes como es el caso de Juan Rojano. Algunos intentaron huir como Andrés López “El Colorín” al que descubrieron y fusilaron.

Los Juzgados Militares: En Castro del Río existió un juzgado militar al frente del cual se encontraba como juez instructor el Comte. Luís Córdoba García. En Castro, como en otros muchos lugares, había una relación familiar entre el juez militar y víctimas de derechas, como fue el caso de Manuel Criado, cuyo suegro José Luque Jiménez y cuñado Juan M. Luque Quintero habían sido asesinados. En relación a los consejos de guerra, éstos tuvieron lugar en el Hospital de Jesús Nazareno.



Tras la toma de Peñarroya, en Octubre, la tensión se situó en Madrid, ya que desde el 6 de noviembre Franco estaba asediando la Capital. Así que se vivió una cierta tranquilidad y se produjo a estabilizar los frentes a manos de ambos bandos, sobre todo con pequeñas operaciones militares en algunas zonas.

El día 21 de octubre se intentó un ataque a Castro del Río de mano de los republicanos y provocó la alarma en el cuartel general de Queipo de Llano que hubo de trasladarse a Córdoba, las milicias de Alejandro Peris, jefe del sector de Bujalance, junto con las milicias confederadas, la artillería de Pérez Salas y del capitán Blanco, se habían lanzado contra Castro. Atacaron con artillería y aviación y el ejército sublevado se tuvo que replegar al pueblo.

Desde Priego acudió en socorro la columna de Baturone, y el coronel Sáenz de Buruaga tomó el mando de las fuerzas franquistas, mientras que la aviación republicana no cesaba de castigar a Espejo y Baena. y a las columnas enemigas que se acercaban a Castro. Además de la llegada constante de refuerzos republicanos desde la carretera de Bujalance.

Pero en la tarde del 22 de octubre se formó una contraofensiva al mando de los tenientes coroneles Bartomeu y Luis Redondo, que en la madrugad del 23, avanzando desde Santa Cruz, se acercaba a Castro, Peris viendo la imposibilidad de tomar castro que estaba defendido por Baturone y observando la llegada de los regulares y los requetés decidió la retirada.

El 23 finalizó con el duro ataque de dos días, los milicianos de la FAI – CNT derrocharon valor al igual que lasa tropas regulares de Pérez Salas. En el campo dejaron 65 muertos y algunos heridos y prisioneros.

Actuación
Fecha. 1998 Promotor. Ayuntamiento
Descripción de la actuación.
La fecha del enterramiento común oscila entre 1936 y sobre todo 1940, siendo este, el año que más muertes se produjeron.

En lo relativo a las fosas, el caso de Castro del Río la fosa común donde se enterraban las víctimas de guerra está localizada y conservada perfectamente. Se trata de una fosa rectangular de grandes dimensiones situada en uno de los laterales del Cementerio. Las víctimas eran fusiladas en el exterior del Cementerio y posteriormente arrojadas a las fosa.

Justo en la entrada del cementerio nos encontramos con un monolito en recuerdo de las víctimas de Castro del Río.

En los Libros del Ayuntamiento tenemos registradas 162 víctimas, la mayoría muertas entre 1939 y 1940, es decir, ya en posguerra. En el caso del Registro Civil aparecen registradas 177 víctimas. Las 162 del Ayuntamiento las encontramos en el Registro, y alguna más, en total aparecen 186 víctimas.

Sin embargo solo podemos decir que solo aparecen enterradas en el cementerio 112 según los datos de los libros.

Las víctimas que aparecen en el Registro y no aparecen en el Ayuntamiento son, sobre todo, fallecidos en 1936, bien por haberles aplicado el bando de guerra o por haber muerto en un tiroteo.

La fuente principal para la localización de la fosa ha sido la fuente oral. El mismo sepulturero del cementerio nos aportó toda la información necesaria para localizar y conocer la fosa común.
Monolito construido en un lugar diferente de donde se encuentra la fosa común.

Fotos
Municipio. Fotografía Aerea
Fosa. Fotografía a pie de Fosa

< MAPA Andalucía