Pozoblanco (Córdoba). De cómo los familiares de Félix supieron 84 años después que sus restos están en una fosa común

Los investigadores que buscan la pista de familiares de soldados cordobeses en la Guerra Civil enterrados en una fosa común en un pueblo de Barcelona logran contactar con la familia de uno de ellos

Hace 84 años, en 1938, el soldado Félix Díaz Bajo, natural de Pozoblanco (Córdoba), moría en el Hospital de Carabineros de Solers, en Sant Pere de Ribes (Barcelona), después de combatir en la Guerra Civil y haber sido herido por arma de fuego. Sus restos yacen desde entonces en una fosa común localizada en el cementerio municipal de este municipio. Ahora, a casi 800 kilómetros de allí, en Pozoblanco, otro Félix -su sobrino nieto al que pusieron su mismo nombre en honor al tío que murió en la guerra-, acaba de conocer qué fue de él y dónde se presume que yacen sus restos.

La investigación que inició en Sant Pere de Ribes la arqueológoga especializada en la época contemporánea Irene Estévez y la llamada para encontrar a familiares de 19 soldados que, como Félix, se ha conocido ahora que yacen en una fosa común del cementerio del pueblo, ha obtenido sus frutos. La difusión de la búsqueda de los familiares llegó a Pozoblanco y con la ayuda del director de El Quincenal de Los Pedroches, contactó con Félix, sobrino nieto de aquel soldado que luchó en la guerra civil y murió herido.

La propia Estévez ha podido hablar con este familiar -cuenta a Cordópolis-, y explicarle la investigación llevada a cabo, ofrecerle toda la información que se ha encontrado sobre su tío, al que no llegó a conocer y del que solo sabía que murió en la guerra. “Le contaron que él se llama Félix precisamente por su tío”, explica la investigadora. “Le sonaba que le contaron que había estado en un hospital. Pero la familia no sabía dónde podían estar sus restos”. Y ahora, ya conocen que pueden estar localizados en la fosa del cementerio de Sant Pere de Ribes, después de participar en la Brigada nº 3 y morir con 22 años el 12 de julio de 1938, por arma de fuego.

Este primer contacto con el sobrino nieto de Félix ha venido acompañado de más hallazgos. Y es que otra parte de los familiares descendientes de aquel soldado cordobés se estableció y sigue viviendo en Cataluña. A ellos se han dirigido los pasos de la investigación y han dado con otra sobrina nieta de Félix, Fina, que guardaba fotografías de su tío e incluso la carta que envió el hospital a su madre para comunicar su fallecimiento. Y guardaba también la esperanza de conocer algún día dónde se encuentran los restos de su tío.

Más familiares

También se conserva el certificado de defunción que emitió el Hospital de Carabineros y que se guardaba, junto a los de los demás soldados de la fosa, en el archivo municipal y que ha sido rescatado por la investigadora.

La búsqueda de familiares iniciada para dar con los descendientes de los 19 soldados de la fosa de Sant Pere de Ribes ha dado más frutos. Y también se ha conseguido contactar con una hija, aún viva 84 años después, de un soldado de Huesca, Alejandro Viñuales Gabarre (Tierz). “Quiere recuperar los restos de su padre para enterrarlo junto a su madre”, ha transmitido a la investigadora.

Y, en el caso del resto de los 19 soldados, la búsqueda de familiares sigue, entre ellos los de Bernabé Juan García, procedente de Bujalance. Confían que el contacto con historiadores locales de este municipio cordobés pueda arrojar más información y dar con los descendientes de aquel joven soldado.

Investigación y documentos

Hace un tiempo, en su investigación en Sant Pere de Ribes, Irene Estévez halló las actas de defunción de 19 soldados, provenientes de distintos puntos de España y que, heridos por arma de fuego, acabaron falleciendo en este antiguo Hospital de Carabineros de Solers, la mayoría en 1938 y alguno ya en 1939. “Esas fechas coinciden con las batallas del Ebro y del Segre”, recuerda la investigadora.

Se sabe, también, que todos ellos yacen en una fosa común que se encuentra en el cementerio municipal de Sant Pere de Ribes. Y se conocen sus nombres, datos y procedencia. Con todo ello, se ha iniciado la búsqueda de familiares que cada uno de ellos, porque con la investigación realizada, el grupo local Fem Poble -que promueve la recuperación de la memoria histórica-, quiere impulsar la localización exacta de la fosa y, al menos, que una placa recuerde allí los nombres de los 19 soldados.

Los testimonios y la documentación que han formado parte de la investigación, han señalado también el resto de los 19 soldados que yacen en la fosa común. Estos son sus nombres: Pascual Aroca Martínez (procedente de Mahora, Albacete), Robustiano López Rodríguez (Asturias), Tomás Navarro Alonso (Tabernas, Almería), Alejandro Viñuales Gabarre (Tierz, Huesca), Antonio Bueno Ortega (Jaén), Alfredo Lloret Soller (Valencia), Antonio Valbacir Leria (sin datos de procedencia), Florentino Aguilar Vallejo (Burgos), Ramón Sirvent Sirvent (sin datos de procedencia), Ginés López Florenciano (Murcia), León Ortega Moreno (Guadalajara), Virgilio Sánchez Garrido (Jaén), Bautista Fernández Saiz (Santander), José Torres Prieto (Barcelona), Antonio Parra Ruiz (Tarragona), Germán Esteban del Barrio (Madrid) y Ángel Blanco Ingerto (Galicia), según los datos facilitados por la investigadora a este medio.

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