El Viso del Alcor (Sevilla). El Ayuntamiento tiene que cumplir la Ley de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía

EL AYUNTAMIENTO TIENE QUE CUMPLIR CON LA LEY DE MEMORIA HISTÓRICA Y DEMOCRÁTICA DE ANDALUCÍA

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Soplan vientos fascistoides en toda Europa y en EEUU y debe tenerse en cuenta que ninguna vacuna dura para siempre sin dosis de recuerdo. Estamos convencidos de que solo conociendo el horror en toda su magnitud y en toda su crueldad podemos garantizar que nadie tenga la tentación de repetirlo. Nos parece un gran error pasar página sin haberla leído. Por eso es tan necesaria la recuperación de la memoria histórica. El olvido es una herida abierta, porque olvidar a las víctimas sería como matarlas dos veces.

Mientras en Europa se condenaron los crímenes del nazismo y el fascismo, se persiguió a sus autores y, sobre todo, se reivindicó y reparó moralmente a sus víctimas; en España, no. Llegó la supuesta democracia y nadie se acordó de ellos. La transición fue una componenda, diseñada traicionando a estas víctimas y garantizando la impunidad de los verdugos con un vergonzoso pacto de silencio y con una Ley de Amnistía mal hecha, que ignoró la deuda que había con quienes entregaron su vida defendiendo la libertad.

Desde que en el año 2005 el Colectivo Ecopacifista Solano decidió impulsar la recuperación de la memoria histórica en nuestro pueblo, muchas cosas han cambiado para bien, empezando por la mentalidad dominante, puesto que este tema ha dejado de ser un asunto tabú. Gran parte de la población considera hoy que es un acto de justicia, un cerrar heridas en vez de abrirlas, el hecho de rescatar del olvido y de dignificar a las víctimas represaliadas. La versión fascistoide -que trataba de ocultar, minimizar o justificar los horrendos crímenes que tuvieron lugar en nuestro pueblo- ha pasado a mejor vida, gracias a nuestro documentado trabajo de investigación y también al de Baldomero Alba. Antes, nadie se atrevió a cuestionar públicamente la versión reaccionaria de los hechos ocurridos tras el golpe de Estado de 1936. El silencio era escandaloso. Ni una sola revista o publicación de El Viso se atrevió a hablar de ello. Los historiadores visueños pasaron de puntilla sobre aquella etapa.

Aunque antes se habían realizado charlas y otros pequeños actos, el primer gran evento de homenaje y resarcimiento de las víctimas de la represión fascista tuvo lugar el día 31 de octubre de 2008, en una Casa de la Cultura abarrotada, con la presentación de nuestro libro La Guerra Civil en El Viso del Alcor: la memoria recuperada. Fue un acto lleno de emotividad, en el que se reconoció, se dignificó y se rehabilitó a todas las víctimas olvidadas por primera vez. Supuso un antes y un después en este asunto, una escenificación de la ruptura del silencio, un gran momento de reafirmación y de reparación moral de las familias de las víctimas, una necesaria liberación pública del dolor por la injusticia cometida contra ellos.

Pero esto era una iniciativa privada, es decir, de una asociación como la nuestra (Solano). Faltaba el reconocimiento institucional –el del Ayuntamiento- y costó conseguirlo, de manera que a día de hoy aún no se ha completado. Por ello, en cada acto que hemos ido haciendo sobre las personas represaliadas no hemos parado de exigir que en nuestro pueblo se cumpla la Ley de la Memoria Histórica: hay que señalizar lugares de la memoria como aquellos en los que tuvieron lugar los fusilamientos, se debe dedicar una plaza a los represaliados y una calle o plaza al Alcalde republicano Luciano Cuevas y, sobre todo, eliminar cualquier vestigio de homenaje y exaltación del franquismo y de sus afectos, como se ha hecho recientemente en la ciudad de Sevilla, gobernada por el PSOE.

Nuestro colectivo, con sus precarios medios, ha hecho en algunos casos lo que debería haber hecho el Ayuntamiento. Nos referimos a la propuesta de un pleno municipal de reconocimiento a las víctimas, a la señalización de la fosa común del cementerio, a la instalación de una placa y de un monumento dedicado a las víctimas en ese mismo lugar. También propusimos y se consiguió –a duras penas y tras una incomprensible resistencia del PSOE- la señalización con una placa del patio del actual ayuntamiento como lugar de reclusión de los republicanos, cuando era Palacio de los Condes de Castellar.

El pasado 11 de julio el ayuntamiento inauguró una plaza dedicada a un represaliado, Juan Martín Roldán “El Baena”. Saludamos esta iniciativa municipal: es un paso más. Nos congratulamos de que el PP y el PSOE hayan participado en este reconocimiento. Es un gesto democrático hacia la reparación de las víctimas que les honra, pero esto no puede ser un punto y final. Por eso hacemos un llamamiento al equipo de gobierno para que continúe en esta tarea  y la complete en el sentido que hemos señalado, cumpliendo también con la flamante Ley 2/2017, de 28 de marzo, de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía. Es la mejor forma para que ningún familiar se sienta agraviado.

Lo que dice la Ley de Memoria Histórica y Democrática sobre la simbología fascista.

Desde junio, los ayuntamientos andaluces tendrán 18 meses de plazo para eliminar o retirar los vestigios del fascismo en sus municipios, so pena de ser sancionados o excluidos de las convocatorias de subvenciones públicas si no lo hacen. Si se niegan (infracción grave), la Junta lo hará de forma subsidiaria, y a los alcaldes se le pondrán multas de 2.001 a 10.000 euros. Otra infracción grave será “no comunicar el hallazgo casual de restos que pudieran ser de represaliados”, y entre las muy graves (de 10.001 a 150.000 euros) está construir o remover sin autorización el terreno donde hubiera restos de desaparecidos, hacer excavaciones en dichas zonas o destruir fosas.

Los alcaldes también están obligados a dignificar las fosas comunes en cementerios, a homenajear a las víctimas a petición de sus familiares, y a supeditar sus planes urbanísticos a los llamados Lugares de Memoria.