Juan Manuel Sol Carmona

Aguilar de la Frontera
Córdoba

Juan Manuel Sol Carmona nació en el año 1886 en la localidad cordobesa de Aguilar de la Frontera, en el seno de una familia humilde compuesta por cinco hermanos más: Rafael, Francisco, Antonio, Carmen y Natividad Sol Carmona. De su infancia y adolescencia, poco sabemos, no ha quedado constancia de nada relativo a aquella época.

Juan Manuel, formó una familia junto a Manuela León Gómez, de la cual nacieron nueve hijos: Francisco, Manuel, Eduardo, Teresa, Carmen, Natividad, Rafael, Alicia y José. Les llamaban “Los Solecitos”.

De profesión carpintero, pronto Juan Manuel acuciado por la injusticia social de la época que le tocó vivir, presumiblemente ingresa en algún partido político (socialista o republicano), no podemos definir con exactitud la pertenencia, pero sí es segura la militancia en alguno de ellos.

En los años de gobierno socialista-republicano de la localidad (de 1931 a 1934) realiza algún trabajo como empleado municipal, alternando éste con el trabajo en la fábrica “de los alemanes”. En estas fechas, Juan Manuel tiene su domicilio en el Llano de la Cruz. Desconocemos el tipo de trabajo que Juan Manuel prestaba en el Ayuntamiento, así como el carácter y la importancia que pudo llegar a tener en su militancia política. Al parecer debido a de ésta, tuvo que verse obligado a abandonar la localidad de Aguilar de la Frontera, posiblemente coincidiendo con el triunfo de la derecha entre los años 1934-35, fijando su residencia en Madrid durante todo este tiempo.

Tras el nuevo triunfo del Frente Popular en las elecciones legislativas de Febrero de 1936, José Manuel de nuevo regresa a su pueblo, fijando su residencia en la calle de los Pozos. En esta nueva etapa no podemos asegurar si siguió prestando sus servicios como empleado municipal, o se dedicó a su profesión de carpintero.

Cuando se produjo el golpe contra la República, Juan Manuel fue avisado de que iban a por él. Un pariente que fue “balilla” y después “requeté” le dijo que le buscaban. A pesar del aviso, Juan Manuel Sol Carmona fue detenido, lo encontraron en su casa; también llegaron a la casa de enfrente y a la otra. Ese mismo día, también encontraron y mataron al “del molino” y a su hijo en presencia de su mujer.

“todas las mujeres lloraban (…) fueron a buscarle unos hombres vestidos de azul oscuro a primeras horas de la mañana y se lo llevaron a la cárcel de Aguilar, estuvo allí algunos días, porque por las mañanas le llevábamos la comida, hasta que un día nos dijeron que no se encontraba allí, y que no fuera más. (…) desde entonces desapareció y creímos que lo habían fusilado en Aguilar, como a casi todos.”

No fue así. Juan Manuel Sol Carmona, fue sacado de la cárcel de Aguilar, junto a otras dos personas –posiblemente Manuel Ríos Toledano, de 40 años y jornalero de profesión, y Juan Prieto Martín, albañil de 32 años-, introducidos en un coche y trasladados a Córdoba, donde el día 3 de septiembre les fusilaron. Días mas tarde “los hombres de oscuro, vinieron a buscar a sus hijos Francisco de veinte años y a Manuel”; ambos desaparecieron al ver lo que le había ocurrido a su padre.

Dejó viuda y nueve hijos: “ante la tragedia, mi tía abuela se los llevo a Córdoba”. Tuvieron que subsistir asistiendo a un orfanato de huérfanos de guerra los varones más pequeños Rafael y José, y las niñas Alicia y Natividad al colegio de las Esclavas, también para huérfanas. Curiosamente dos de sus hijas terminaron teniendo esta misma profesión, Carmen y Natividad; viven todavía y pertenecen a la orden del Císter en Córdoba, “contradicciones que les dio la vida”. Teresa, la mayor de las hijas, llevó la peor parte, ya que tuvo que trabajar duramente.

Hoy, a más de setenta años de estos acontecimientos, a sus hijos aún les produce un tremendo dolor recordar estos hechos. Dolor que quedó grabado en el recuerdo de unos años de muerte e incertidumbre, de lágrimas y tragedias humanas, de duelo y luto.

Hoy, otra generación, la de los nietos, comienza a hacerse preguntas, preguntas que tienen respuestas basadas en la libertad y en la justicia. En homenaje a José Manuel Sol Carmona, en reconocimiento al dolor de todas las familias que como la suya, hoy comienzan a no sentir miedo.

Agradecimiento a su nieta María Antonia Segorbe Sol.