José Sánchez Rosa

Grazalema
Cádiz

Nace en Grazalema, pueblo de la serranía de Cádiz, el 22 de octubre de 1864, siendo el menor de una familia numerosa. Creció en la más extremada pobreza, por lo que desde pequeño se vio obligado a trabajar en el campo como peón. Muere fusilado en Sevilla, el 1 de agosto de 1936, pocos días después de iniciarse la Guerra Civil española. Fue un andaluz famoso y querido en su época, cuyo recuerdo fue sistemáticamente borrado de la historia tras la Guerra Civil (1936-1939).

Hijo de un zapatero, al que por las noches ayudaba a remendar zapatos, a la edad de trece años leía en voz alta a los campesinos andaluces analfabetos los periódicos y la propaganda libertaria y revolucionaria que llegaba a sus manos. Desde niño destacó en la escuela por ser uno de los alumnos más aventajados, y por poseer una inteligencia muy por encima de lo normal, pese a lo cual, sólo llegó a cursar dos años de primaria.

De su gusto por la lectura y su afán por aprender, dice Juan Díaz del Moral, le vino su vocación por hacerse maestro, pero nunca llegó a tener el título oficial, a pesar de lo cual fue reconocido como maestro, en su tiempo y en el recuerdo. En su figura se conjugan las ideas de justicia social, propagandista, organizador y maestro de trabajadores.

Los sucesos de la “Mano Negra” dieron pretextos a la policía para atacar a la Federación de Trabajadores de la Regional Española (FTRE), y para intentar desestabilizar el movimiento obrero y a toda su organización. En 1882, Sánchez Rosa es detenido, encarcelado y acusado de participar en esa sociedad secreta. Por su conocida tendencia pacifista, siempre se negó a llevar armas. A menudo, decía que la libertad y la paz del pueblo están precisamente en los libros, y no en las armas. Su acusación de pertenecer a la “Mano Negra” no fue más que una trama policial para encarcelarlo, ya que su figura comenzaba a hacerse molesta por la defensa que hacía a ultranza de la liberación de la clase obrera. Cuando vivió en Jerez o Alcalá del Valle, estas ciudades eran focos de agitaciones obreras.

Alentó la creación de escuelas racionalistas para hijos de obreros por las mañanas, y para adultos por las noches. Abrió numerosas escuelas en Tánger, Campo de Gibraltar, Dos Hermanas y Aznalcóllar, incluso en su propio domicilio, en Sevilla, donde fundó una biblioteca para los trabajadores, en la calle Enladrillada, y más adelante, en la plaza de la Mata. Su escuela era laica, no dogmática, se impartía la coeducación, la formación integral del hombre, su fe en el progreso científico y el desarrollo de los principios de una educación basada en el respeto y el amor a los semejantes.

Participa en las luchas sociales de finales del siglo XIX principios del XX en el marco de Jerez, lo que le provoca detenciones y encarcelamientos. Conoce en la prisión de Cádiz a Fermín Salvochea (1842-1907), que es considerado su maestro ideólogo. Sus ideales anarquistas van unidos al afán educativo y a su compromiso con la cultura popular; y buena prueba de ellos son sus publicaciones, dirigidas al trabajador analfabeto y oprimido.

En el verano de 1918 viaja por Bujalance, Montoro, Castro del Río, Baena y Priego, entre otras localidades, intentando convencer a los trabajadores más reacios para que se unieran a la lucha revolucionaria y orientando a las organizaciones ya creadas, mostrándoles instrumentos de lucha y aconsejándoles las medidas que debían tomar durante las huelgas de brazos caídos y brazos lentos, que eran, en ocasiones, las únicas armas que poseían.

Los elementos de propaganda más importantes que Sánchez Rosa y otros líderes anarquistas utilizaron, fueron los periódicos y los folletos. Los folletos de Sánchez Rosa alcanzaron gran difusión, y se publicaron innumerables ediciones. En los descansos entre peonadas, cuando los jornaleros “echaban el cigarro”, era muy frecuente ver a un obrero leyendo el periódico y a los demás sentados a su alrededor escuchando atentamente.

Dentro de la CNT, y durante el llamado trienio bolchevique, representa la tendencia anarquista, frente a la sindicalista, más moderada. Esto le provoca conflictos en 1919 dentro de la Federación Regional Andaluza, a la que pertenecía, y de la que es expulsado, uniéndose al colectivo editor de la Revista Blanca, donde escribe junto a Federica Montseny y Federico Urales, con los que le une una gran amistad.

Es famosa la anécdota de que, empujado por sus ideas de libertad, en el mercado de animales de la Alfalfa, en Sevilla, compraba pájaros para soltarlos después en los Jardines de Murillo, pues no soportaba la prisión ni para los pájaros. Durante su vida demostró un marcado carácter pacifista, en una época en la que mantener abiertamente una marcada defensa de la paz, la naturaleza y su conservación, era conflictivo por la poca conciencia que existía sobre estos temas. En la época del pistolerismo, y aunque se le incitaba a ello, él siempre contestaba cogiendo un libro porque creía que la fuerza estaba en la cultura y no en las armas.

La obra de José Sánchez Rosa

La aritmética del obrero. Sevilla, 1933. Es un libro escrito para el trabajador, para su uso y comprensión, con el objetivo de que no le engañen ni en los salarios, ni en las compras y ventas.

La gramática del obrero. Sevilla, 1929. Demostraciones claras y muy comprensibles sobre ortografía y gramática.

El abogado del obrero. Sevilla, 1932. Con prólogo de Eduardo Barriobero. No es un libro de leyes. Se trata más bien de un manual para que el obrero pudiera presentar reclamaciones o peticiones por él mismo sin tener que recurrir a personas expertas que les cobrarían unos honorarios por encima de sus posibilidades.

FOLLETOS:

Por la educación racional gozaremos de los beneficios de las ciencias y de la libertad. Sevilla, 1912.
Las dos fuerzas: reacción y progreso. Sevilla, 1904, 1910 y 1931.
La idea anarquista. La Línea, 1903.
Sevilla, 1931. Nuevo rumbo. Sevilla, 1932.
Hay otros 4 folletos, publicados entre 1911 y 1936.
El burgués y el anarquista. El capitalista y el trabajador.
El obrero sindicalista y su patrono. El guarda y el obrero.
Inocencio y Candidito. Entre amiguitas. Los dos profesores.

En la actualidad, y en recuerdo de su memoria, el Centro de Adultos de Pino Montano, en Sevilla, lleva su nombre, y editó un trabajo biográfico, del que han salido estas notas: En busca de nuestra historia: José Sánchez Rosa. Maestro de adultos. Grupo de Investigación José Sánchez Rosa. Sevilla: CEPA José Sánchez Rosa. Pino Montano, [1994]. En 2005, editorial Treveris y Libre Pensamiento editan la obra de José L. Gutiérrez Molina “La tiza, la tinta y la palabra: José Sánchez Rosa, maestro y anarquista andaluz (1864-1936)”.