Ignacio Prieto Bonilla

Cañaveral de León
Ramírez Copeiro del Villar, Jesús

Ignacio Prieto Bonilla, el de Santamarina, nació en Cañaveral de León el 1 de febrero de 1893. Era de oficio calero y militante socialista. Al llegar las fuerzas al pueblo huyó a la sierra, que conocía bien al ser un experimentado cazador. Estuvo huido durante más de un año. En cierta ocasión fue herido en una pierna durante una de las batidas organizadas por Falange. Se refugió en una cueva y de noche bajaba a un barranco a por cierta clase de planta curativa: la hierba mosquera. Gracias a las friegas que se daba logró sanar y llegar a zona republicana. En venganza por no haberle podido capturar fusilaron a su hermano Clemente, de veintiún años.

Ignacio Prieto pasó a Francia en compañía de Vicente Pérez Navarro, teniente de alcalde socialista de Linares de la Sierra. El 8 de febrero de 1939 llegaron al campo de Bram, al oeste de Carcassonne. Meses después Francia entró en guerra y con su juventud movilizada, hubo que buscar en los campos de refugiados mano de obra para la agricultura y las fábricas. Los dos amigos fueron asignados a la 160 Compañía de Trabajadores Extranjeros y enviados a una explotación agrícola en Normandía. Llegaron a la estación de Evreux (departamento del Eure) el 1 de octubre de 1939 y se dirigieron a una granja situada en Bretagnolles. Allí fueron contratados por dos agricultores (padre e hija) que compartieron el trabajo de los dos onubenses. Ignacio acabó casándose con la hija propietaria, una viuda francesa llamada Louise Huvey. Crió a los cuatro hijos de su esposa y además a sus propios hijos: Inés, Daniel y Brigitte. Durante la guerra los alemanes ocuparon la granja algún tiempo, pero Ignacio Prieto se las ingenió para facilitar alimentos a los resistentes de la región. En 1952 se mudaron al pueblo de La Roche-sur-Grane (Drôme) y en 1967 a La Voulte (Ardèche), viviendo allí hasta que tuvo problemas de salud.

Regresó con su esposa a Cañaveral con intención de comprar una casita y quedarse, pero en el pueblo tenía varios enemigos que con su influencia lograron que la Guardia Civil le citara en el cuartelillo. Ignacio, temeroso de que le pudieran encerrar, optó por regresar a Francia y no volver más. Falleció el 19 de mayo de 1981 en el hospital de Valence, al sur de Lyon. Nunca se hizo francés. Esta es la historia de mi padre —comenta su hija Inés— un hombre que huyó de su España por causa de sus ideas, que siempre pensó que podría regresar a su pueblo y que murió en tierra extraña. Era un gran narrador, me contó la historia de su familia, me enseñó la tolerancia, la hospitalidad que tienen los andaluces y que guardo profundamente en mí, así como el amor a su tierra. Nosotros, los hijos, somos el fruto de estas guerras fraticidas.

Fuentes

Documentación de Inés Prieto (hija, residente en Francia) • Mariano Moreno Prieto (sobrino) • AHN, Causa General, leg. 1041, exp. 13 • vocesdelexilio.blogspot.com, Listado Compañías Trabajadores Extranjeros • Jesús Ramírez Copeiro del Villar: En tierra extraña. El exilio republicano onubense, autor-editor, 2011.