Enrique Caliani Rodríguez

Ceuta

Fusilado en Ceuta el 10 de Enero de 1938

Mi abuelo Enrique nació en Ceuta, en el seno de una familia numerosa (sus hermanos Titi, Isidoro, Elías, Paca y Carmen). Su padre Juan trabajaba en el Ayuntamiento y, cuando enviudó, se volvió a casar y tuvo otra hija, Africa.

Enrique se casó con mi abuela María España Vergara y tuvieron tres hijas Mª Luz, Conchi y Enri (mi madre). Parece que mi abuelo tuvo varios trabajos (transportista, pastelero) hasta que consiguió ser guardia municipal y escolta del alcalde socialista de Ceuta, Sánchez- Prado, que fue fusilado el 5 de Septiembre de 1936 en la playa del Tarajal de Ceuta.

Mi abuelo fue apresado en abril de 1937 y encarcelado en la Fortaleza del Monte Hacho de Ceuta. Dicen que porque en muchas fotografías salía al lado de Sanchez-Prado y porque mi tío-abuelo, Elías, era un conocido socialista de la ciudad al que no apresaron porque era menor de edad. Durante 9 meses estuvo encerrado y, siempre que permitían a mi abuela visitarle, le pedía que llevara a sus tres hijas para ver cómo crecían y para que no olvidaran a su padre.

Tras dos meses sin ejecuciones en Ceuta, es condenado a muerte junto con otros 7 civiles. Se les acusa de adhesión a la rebelión y pertenencia al partido socialista (véase Francisco Sánchez Montoya, Ceuta y el norte de Äfrica. República, guerra y represión 1931-1944, Ed.Natívola). El 10 de Enero de 1938 fue ejecutado en la Fortaleza del Monte Hacho. Se cuenta que mi abuelo ( y no sé si los otros 7 asesinados) había sido indultado pero que el falangista Peregrina ocultó el indulto en un cajón de su despacho. Mi abuela quedó viuda y responsable de sus hijas (de 3, 5 y 6 años) y sus mayores. Salió adelante gracias a una familia de Ceuta, los Orozco, amigos de mi bisabuelo Juan, que le ayudaron y le consiguieron un trabajo de cocinera en el Auxilio Social.

Cuando yo era pequeña, en los últimos años del franquismo, mi madre nunca quería contarme la historia de mi abuelo, seguramente por el miedo que atenazaba a mi familia. No fue hasta la victoria del PSOE, en el 82, cuando me dijo, emocionada y con lágrimas en los ojos, que a su padre lo mataron porque era rojo y socialista.