Cristóbal Mingolla Rueda

El Saucejo
Sevilla

(El Saucejo, Sevilla, 1895 – Gusen, 1942)

Nacido en el seno de una familia de trabajadores del campo, Cristóbal crece entre las necesidades y penurias a los que estaban sometidos secularmente los de su clase. Pierde a su mujer muy pronto y se queda con dos hijos muy pequeños justo en los albores de la República cuando las esperanzas tocaban las puertas de los jornaleros andaluces.

No se le conoce afiliación política o sindical concreta pero se sabe que Cristóbal iba con regularidad al Centro Obrero, lugar por excelencia donde se expresaba la sociabilidad entre la población trabajadora local, para escuchar las noticias y departir con los compañeros la actualidad del trabajo y los anhelos del mañana; pero sobre todo, era el lugar donde todo saucejeño pobre cultivaba la identidad social como obrero que aspiraba a una sociedad más justa e igualitaria.

El golpe militar le sorprende en un melonar en las afueras del pueblo. Se refugia con su familia en un molino cercano por donde pasa una masiva columna de refugiados, hombres, mujeres y niños de Algámitas y Villanueva de San Juan, que venían huyendo de la represión fascista y se une con ellos en su camino hacia la Málaga republicana. La ofensiva a esta ciudad en enero y febrero de 1937 provoca un masivo éxodo por carretera hacia Almería, siendo la primera vez que la población civil es bombardeada por tierra, mar y aire por el ejército rebelde de Franco y sus aliados alemanes e italianos, dejando un saldo de miles de víctimas. Cristóbal vive ese infierno en compañía de un primo suyo y su amigo, paisano y compañero de destino hasta la deportación al campo de exterminio de Mauthausen, Manuel Valle Robles.

De su periplo durante la contienda se sabe sólo que recaló en Cataluña hasta su caída en el invierno de 1939. El paso hacia Francia le lleva a los campos de concentración del Rosellón francés, donde, al parecer, Cristóbal cae enfermo y termina en un hospital en Perpiñán. Un paisano suyo regresó desde aquellos campos a El Saucejo siguiendo las falsas consignas de que nada tenía que temer quien no tuviera delitos de sangre y fue asesinado por las nuevas autoridades franquistas. Este dramático suceso le convence, definitivamente, para descartar cualquier idea de regreso. Previo a la invasión nazi de Francia y su detención por los alemanes, trabaja en la famosa línea defensiva Maginot con una Compañía de Trabajadores Españoles. Una vez detenido por los alemanes es prisionero de guerra en el Stalag XVII-B de Krems-Gneixendorf en Austria y luego deportado a Mauthausen el 19 de diciembre de 1941 con el número de matrícula 4784. De allí es trasladado a Gusen el 8 de junio de 1942 donde muere un mes después, el 11 de julio, cuando contaba con 47 años de edad.