Carlos Muñoz Ros

Cazalla de la Sierra
Sevilla
Jiménez Cubero, José Antonio

El médico tocólogo Carlos Muñoz Ros nació en la localidad sevillana de El Real de la Jara un 19 de junio de 1890. Hijo de Andrés y de Asunción, cursó estudios de medicina en la Universidad de Sevilla, donde se graduó en 1915. Hacia 1925 pasó a residir en Cazalla de la Sierra, donde ocuparía como adjunto la plaza de su especialidad en la Beneficencia Municipal. Tres años después, en 1928, casó con la cazallera Antonia Agüera Berraquero al tiempo que establecía su consulta y domicilio en el número 12 de la calle Andrés Muñoz. De dicho matrimonio nacieron cuatro hijos, Andrés (1929), Carlos (1930), Asunción (1934) y Cayetano (1936), si bien Carlos Muñoz contaba con otra hija (Carmen) fruto de una relación anterior. El 29 de Enero de 1932, tras el pertinente concurso de méritos, pasaría a ocupar en propiedad la titularidad de la plaza de médico tocólogo del municipio. Dos años después, en 1934, tras el nacimiento de su hija Asunción, ingresó, con el n.º 324, en la agrupación local de Unión Republicana.

            Hombre de fuertes convicciones republicanas, el 18 de julio de 1936, nada más tener noticias de la sublevación militar sobrevenida en África, se puso de forma decidida al lado de las autoridades municipales. Dos días después, el 20 de julio, marchó al frente de un grupo de milicianos hasta su pueblo natal, Real de la Jara, para asegurar el control de dicha población por las autoridades republicanas. El 22 de julio el grupo se dirigió a la localidad de Castiblanco de los Arroyos, donde intentaron tomar el cuartel de la Guardia Civil sin conseguirlo. El 26, advertidos de la inminente llegada de una potente columna militar de los sublevados procedente de Sevilla, el grupo levantó el cerco y, tras vadear el rio Viar por el término del Pedroso, regresó a Cazalla.  

            Según sus propias declaraciones abandonó el pueblo la mañana del 7 de agosto de 1936. Una semana después llegó a Madrid, siendo destinado por el comité de su partido a dirigir un puesto de socorro avanzado en la localidad de San Fernando de Henares. Al suprimirse dicho puesto a finales de octubre de ese mismo año, pasó al Hospital General de Madrid, donde prestaría servicio hasta finales de enero de 1937 cuando, ya asimilado al grado de capitán, fue destinado por el Ministerio de la Guerra al grupo sanitario del 3.er Batallón de Fortificaciones destinado en la localidad de Arganda del Rey, asumiendo al final de ese verano la dirección de los servicios médicos de la 28.º Brigada Mixta, situada por aquellas fechas en el frente de Buitrago. En dicho puesto permaneció hasta que a principios del año siguiente, 1938, pasó al Hospital Militar de El Escorial, en el que permaneció hasta principios del año 1939, fecha en que fue trasladado al Hospital Militar de Lorca (Murcia). Días antes de finalizar la guerra marchó hasta Alicante, en cuyo puerto fue detenido tras la ocupación de la ciudad por las tropas franquistas.

            Sus primeras semanas preso las pasó en la cárcel de Alicante, siendo trasladado al Campo de Concentración de Albatera a finales de abril de 1939. Allí permaneció hasta el 7 de diciembre de 1939, fecha en que consta su traslado a la cárcel del Partido de Cazalla a disposición del Juzgado Militar n.º 62 de la localidad. El 24 de febrero de 1940 el titular de dicho juzgado, Antonio Martín Alba, le abrió procedimiento sumarísimo por «auxilio a la rebelión» en la Causa 8149/39. A mediados de agosto de ese mismo año, el referido juez militar ordena su trasladado e ingreso en la Prisión Provincial de Sevilla a disposición del Consejo de Guerra que habría de ver y fallar su causa. Quince meses después, el 19 de noviembre de 1941, un tribunal presidido por el coronel José Fernández Bolaños lo condenaría a 20 años de reclusión mayor además de ordenar la instrucción de sendos expedientes de responsabilidades políticas e incautación de bienes. A primeros de octubre de 1942 fue destinado a la Colonia Penitenciaria de Talavera de la Reina (Toledo), donde permanecería hasta el 2 de junio de 1943, cuando, tras serle rebajada la condena inicial por indulto, le concedieron la libertad condicional con destierro en La Puebla de Guzmán (Huelva), localidad donde pasaría un año casi en la indigencia antes de que pudiera marchar a vivir a Peñaflor (Sevilla). También le serían instruidos sendos expedientes de incautación de bienes y de responsabilidades políticas.