Antonio Ruiz Quiles

Alcalá del Río
Sevilla

Antonio Ruiz Quiles nació el 22 de mayo de 1903 en el municipio sevillano de Alcalá del Río, hijo de Antonio Ruiz Herrera y de Carmen Quiles Velázquez. Entró de peón en la Central eléctrica de Alcalá, pasando posteriormente a ser uno de los responsables de los electricistas. Estaba casado con Rosario Romero Acuña y tenía 4 hijos, Antonio, de seis años, José, de cinco, Manolito, de dos años y medio y Joaquín de nueves meses. Era un hombre al que le gustaba leer, era simpático, bailaba y participa en las murgas de los carnavales.

De militancia socialista fue fusilado en la madrugada del 22 al 23 de octubre de 1936 a manos de un pelotón de moros regulares junto a 40 personas más que compondrían las sacas de las prisiones esa noche, ante las tapias del Cementerio de San Fernando de Sevilla. Fue detenido por falangistas en la madrugada del 4 al 5 de septiembre del 36 en su casa en plena noche junto a varios compañeros de la Central eléctrica, que tuvieron la misma fatalidad que él.

A todos los de la central se les acusó de un intento de atentado contra la persona de Gonzalo Queipo de Llano durante la inauguración del puente de la Central de Alcalá del Río el 13 de septiembre del 36. Se desconoce la realidad de estos hechos y si fue simplemente inventado por falangistas que querían los puestos de los empleados de la central. El máximo propulsor del asesinato de Antonio Ruiz Quiles fue Vicente Salas Moreno, alias “el Cajero”, antiguo trabajador y compañero de Ruiz Quiles, que era jefe de la falange en el municipio alcalareño y pasó a formar parte del Comité gestor del Ayuntamiento el 13 de noviembre de 1936.

Antonio Ruiz ingresó en la prisión provincial de Sevilla a las siete de la tarde del 5 de septiembre de 1936, estando prisionero durante 48 días hasta la fecha de su muerte, cuya sentencia fue firmada por el delegado de Orden Público, Manuel Díaz Criado.

Rosario Romero Acuña acudió a diario, durante los 47 días del cautiverio, a la prisión para llevarle comida y ropa limpia a su marido. Hizo el recorrido diario a pie, porque el conductor de la línea de autobús de Alcalá a Sevilla, “El Gorilo”, era falangista, y no permitía la entrada de ningún familiar de “rojos” dentro del autobús.

El 24 de octubre, dos días después del asesinato de su marido, Rosario Romero recibió en la puerta de la prisión sevillana un paquete con las ropas de él, entre ellas un abrigo largo de color marrón oscuro. Supo que fue fusilado el 22 de octubre de 1936 y enterrado en la fosa común del Cementerio de San Fernando en Sevilla.

Fue inscrito en el Registro Civil de Alcalá del Río el 16 de junio de 1938 a petición de mi abuela que fue llamada por el juez de Alcalá, año y medio después de su asesinato, para que declarara para “esclarecer” los hechos en la desaparición de su esposo y darle de baja en el registro del municipio por defunción. Antonio Ruiz Quiles fue inscrito en el Registro Civil de Sevilla 29 de mayo de 1982, tras la aprobación de leyes por la UCD para ayudas a familiares de desaparecidos. El 4 de agosto del año 2.000, Rosario Romero Acuña murió a los 95 años sin apenas hablar de su marido, por miedo, dolor y futuras represalias hacia sus hijos y nietos.