Antonio Hernández Bermúdez

Cazalla de la Sierra
Sevilla

Primer hijo del matrimonio formado por Valeriano Hernández Bragado y Antonia Bermúdez Carrascal, nació en el domicilio familiar del número 16 de la Plaza del Concejo de Cazalla de la Sierra (Sevilla), el 22 de Marzo de 1913. Soltero, garrafero de profesión como toda su familia, estaba afiliado al sindicato de Oficios Varios de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) desde principios de los años treinta. Días antes de la entrada de las tropas de la Columna del Comandante Buíza en Cazalla, el 12 de Agosto de 1936, abandonó la localidad junto a toda su familia –padres y tres hermanos menores- dirigiéndose hacia el pueblo de Casas y Reina (Badajoz) de donde sus padres eran naturales. Al poco fallecería su madre y meses después su padre se suicidaría arrojándose al paso del tren en las proximidades de la susodicha localidad.

A comienzos de 1937 fue movilizado y junto a su hermano menor, Facundo -que moriría en combate a finales de 1938 en el frente de Teruel- pasó a engrosar las filas del ejército republicano. Detenido al finalizar la contienda, fue internado en el Campo de Concentración de Pañarroya-Pueblo Nuevo, donde es bastante probable que entrara en contacto con otros dos paisanos que allí se encontraban detenidos, Antonio Sevilla Morales y Carmelo Romero Ortega, pues lo cierto es que los tres coincidieron en dicho Campo de Concentración al menos durante varios meses.

A finales de Julio de 1939 se fugó de dicho establecimiento en compañía de Antonio Sevilla y un grupo de varios anarquistas del sur de Badajoz, dirigiéndose a continuación hacia las tierras de donde la mayoría de ellos eran naturales. Tres meses escasos duró su vida en la sierra. Tras escapar ileso el día 12 de Octubre del enfrentamiento que el grupo mantuvo con fuerzas de la Guardia Civil cuando esta trató de asaltar el refugio de «Las Majadillas» y en el transcurso del cual fueron detenidos Antonio Sevilla Morales, El Pipa, y José Martín Campos, El Tripas, apenas una semana después, la madrugada del día 20 de ese mismo mes y año, fue abatido por fuerzas de la Guardia Civil de Llerena, junto a otro compañero natural de Malcocinado de quien no nos consta el nombre, en las inmediaciones de la línea férrea Sevilla-Mérida a la altura del pueblo de Casas de Reina (Badajoz), en cuyo cementerio fue enterrado.