Joan Pàmies. Aniversario de la muerte de Miguel Hernández

Aniversario de la muerte de Miguel Hernández

Hasta su muerte el 28 de marzo de 1939 en la Prisión Provincial de Alacant ha tenido un recorrido carcelario por Madrid, Palencia, Ocaña y Albacete

Joan Pàmies

29.03.2024

Opinión | Joan Pamies | 28 de marzo: Aniversario de la muerte de Miguel Hernández (informacion.es)

El poeta sale de España desde el bello pueblo andaluz de Aroche cruzando la frontera portuguesa por la ribera del río Chanza y por el paso de Puerto Nogal, Cumbre el Cedro y Barranco, sierras que le recuerdan las de Orihuela y su época pastoril, descansa en la hacienda de Heredade do Machado y en el pueblo de Moura es denunciado, detenido y esposado el domingo 30 de abril de 1939 por dos guardinhas, por indocumentado dentro de «una taberna que también es comercio», lugar al que va el poeta para vender el reloj que le había regalado, por su boda con Josefina Manresa, su amigo Vicente Aleixandre. Lo suben a un camión y lo encierran en el cuartel de Sobral de Adiça, humilde pueblo portugués. Al día siguiente, el 1 de mayo es trasladado y encarcelado en el palacio de la Vila Verde de Ficalho y el 3 de mayo, esposado, es conducido a Rosal de la Frontera y en la prisión municipal, es maltratado por la Guardia Civil española.

Lo encierran en la prisión provincial de Huelva el día 9 de mayo y desde allí a Madrid, siendo liberado desde la cárcel de Torrijos, el 15 de septiembre 1939. Regresa a ver a su familia en el pueblo alicantino de Cox y el 28 de septiembre de 1939, Miguel Hernández al salir de comer de la casa de José Marín y Presentación Gutiérrez, padres de Ramón Sijé, es denunciado por José María Martínez Pacheco “El Patagorda” y detenido por el inspector Manuel Morell Roger y esposado por todo el pueblo, lo encierran en el retén municipal y el día 29 en los sótanos del seminario oriolano, habilitado como prisión. Hasta su muerte el 28 de marzo de 1939 en la Prisión Provincial de Alacant ha tenido un recorrido carcelario por Madrid, Palencia, Ocaña y Albacete.  Durante el tiempo que estuvo detenido, casi tres años, sufrió maltratos, represiones y chantajes. Vivió prisionero pensando que en cada momento podría ser fusilado. Fue condenado, por escribir, a pena de muerte por un Tribunal militar fascista sin juicio legal. No aceptó las propuestas de libertad a cambio de renunciar a sus escritos y pensamiento. Muere siendo consecuente, no aceptando los chantajes de los paladines del régimen franquista, los sacerdotes Padre Vendrell y Obispo Luis Almarcha, maltratadores clericales y fascistas de los presos republicanos en la cárcel alicantina.

Miguel fue asesinado, por omisión y desidia, en la cárcel alicantina por ser consecuente, no arrepentirse y seguir defendiendo lo que fue su vida: Critica la sociedad opulenta de una minoría, disfrazada de democracia y libertad burguesa y defiende una sociedad sin explotaciones, desalienada, democrática, solidaria y donde al amor, la igualdad, libertad y paz sean las metas del quehacer humano. Fue pues un defensor de los Derechos humanos, radicalmente en contra de la explotación del hombre por el hombre. El poeta consideraba el papel del escritor similar al del pedagogo, como un ser no neutral comprometido con la sociedad y cuya misión no es la de sustituir ni dirigir, sino la de clarificar, alumbrar y trabajar. Fue pues un poeta libertario, una puerta, ventana abierta a la utopía.

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