En 1949, aprovechando un decreto de Franco de que podían volver los que no tuvieran las manos manchadas de sangre, regresó a Gibraleón. Su familia política era de derechas y le ayudó. Se presentó en el cuartel de la Guardia Civil acompañado de un primo de su esposa, Silvestre Sabater, falangista y a la sazón teniente de alcalde de la localidad, y nada le ocurrió. Pero las cosas no fueron como él esperaba. En el pueblo nadie le daba trabajo por su pasado político y el boicot era permanente. Paco el sastre pasó a ser Paco el rojo. No aguantó más. A los dos años de haber vuelto se fue de nuevo, pero esta vez a Alemania, donde rehízo su vida y tuvo dos hijas, Olga y Helga. Trabajó en un hotel y hasta en un circo.
En 1969 regresó a Gibraleón, ya jubilado, con su pensión francesa y su pensión alemana bajo el brazo y con la cabeza muy alta, sin tener que agradecer favor alguno a sus vecinos. Llegada la democracia y con Felipe González en el poder, Francisco Fernández fue nombrado presidente de honor del PSOE local y recibió un homenaje popular. Falleció en la residencia de ancianos de Estepa (Sevilla), el 13 de noviembre de 1986.
Fuentes: M.ª Carmen Fernández Fernández (hija) ► José Manuel Carmona Fernández (nieto) ► José Manuel Carmona Cáceres (biznieto) ► Registro Civil de Estepa, Defunciones, tomo 47, fol. 364 ► J. Ramírez Copeiro del Villar: En tierra extraña. El exilio republicano onubense. Autoedición, 2011.