Alejandro Cabello Sánchez

Montemayor
Córdoba

Alejandro Cabello Sánchez nace el día 26 de mayo de 1918 en Montemayor, en el seno de una familia de trabajadores agrícolas.

Al igual que casi toda la población infantil de la época, sólo pudo asistir dos o tres años a la escuela primaria, ya que al cumplir los nueve empezó a trabajar en el campo.

Su padre, Juan Cabello Torres, (a) Pelaíllo, fue un histórico militante sindicalista de la Sociedad Centro Instructivo Obrero de Oficios Varios de Montemayor, siendo muy probable que ostentara cargos directivos en la misma.

La familia de Alejandro formó parte de la comunidad de 20 campesinos de Montemayor asentados en 1934 por el Instituto de Reforma agraria en el cortijo de La Sierrezuela, sito en el término municipal de Córdoba y propiedad del Ex-Duque de Medinaceli. Asimismo, el padre fue síndico en dicha comunidad e interventor de los candidatos de izquierdas en las elecciones de compromisarios de 26 de abril de 1936.

Alejandro Cabello Sánchez, desde joven, entra en contacto con organizaciones juveniles de izquierda. A los 18 años milita en las Juventudes Socialistas Unificadas de Montemayor, al igual que la mayor parte de los jóvenes montemayorenses de aquella época, y posteriormente en el Partido Comunista.

La Guerra Civil

En la noche del 18 de julio, Montemayor queda en manos de las organizaciones obreras cuando los guardias civiles abandonan el pueblo llevando consigo a 9 detenidos, entre los que se encontraba el Alcalde, Fernando Mata Povedano. Se constituye un Comité en la localidad que suplanta a la autoridad municipal y el día 26 de julio, un grupo de unos 30 hombres procedente de Fernán-Núñez se apodera definitivamente del pueblo. En los días en que Montemayor permanece en manos del Comité, Alejandro Cabello Sánchez participará en las acciones de defensa promovidas por aquél, como la recogida de armas y los servicios de guardia y vigilancia en las afueras de la localidad.

Como ocurrió en todos los pueblos de la campiña, más del 50% de la población de Montemayor huye ante el temor de los fascistas en el verano de 1936. Muchos jóvenes acaban alistándose en las milicias y posteriormente en el Ejército Popular de la República. Alejandro es de los primeros en hacerlo, operando en primer lugar en la provincia de Córdoba. Se dirige a Espejo, que se convierte en el centro de la resistencia de la Campiña y punto de concentración de fuerzas, así como puerto de salvación para los evadidos de otros pueblos ocupados.

Participa en la defensa de Castro del Río y en la tarde del 11 de septiembre en el intento de reconquista de Montemayor por fuerzas obreras procedentes de Espejo. Un grupo de unas 300 personas, en el que se integraba una fuerza de caballería, cercaron la población hasta una distancia de 400 a 500 metros, invadiendo los cortijos cercanos. Fueron rechazados, sin embargo, por el fuego de fusilería lanzado desde el destacamento local de Falange, situado en el castillo ducal de Frías. Alejandro Cabello Sánchez forma parte del grupo de jinetes, que estaba al mando del anarquista montemayorense Acracio Gómez Vega. Junto a Alejandro integran la caballería otros dos jóvenes comunistas de Montemayor. Esta diferencia de ideología hará que los tres abandonen muy pronto este grupo.

Tras pasar sucesivamente por Espejo, Castro del Río, Bujalance y Montoro, Alejandro Cabello Sánchez se desplaza a Madrid junto a un grupo de jóvenes montemayorenses para alistarse en las primeras unidades del Quinto Regimiento. Alejandro participará en los frentes de guerra de Madrid, Aragón y Cataluña. Se encuadra en una unidad móvil, destinada a reactivar frentes y restar presión a otros que estuviesen muy asediados. La misma pertenecía a las Brigadas de Enrique Líster y aunque no podemos determinarla con total seguridad, todos los indicios apuntan a la 9 Brigada Mixta.

En todas las batallas en las que intervine a lo largo de la Guerra Civil dará muestras de su valentía. Su inteligencia natural no pasará desapercibida y pronto será destacado por sus jefes. Estudiará en la Escuela Militar y acabará la contienda con el grado de Teniente del Ejército Popular de la República.

Alejandro, durante la defensa de Cataluña, en diciembre de 1938, sufre heridas de gravedad y perderá el brazo derecho, literalmente arrancado por la metralla de un obús anti-tanque.

Tras el desplome del dispositivo defensivo para Cataluña, no queda otra alternativa que pasar la frontera con Francia. Alejandro entrará en suelo francés, en camilla, en el mes de febrero de 1939.

El exilio

Ya en Francia, por poco muere. Privado durante muchos días de retirada de los cuidados médicos necesarios, a esto se une, en un primer momento, que las autoridades francesas tampoco presten asistencia sanitaria a los exiliados. Será internado en una especie de hospital que durante la Primera Guerra Mundial sirvió para los franceses enfermos por los gases que tiraron los alemanes.

A medida que pasan los días, las autoridades francesas comienzan la distribución de los refugiados en distintos campos de concentración. Alejandro es internado primero en uno en las cercanías de Montabau (sic) [¿Montauban?] y después en otro en las de Perpignan. Sin estar curado totalmente, es trasladado a un campo de concentración llamado “Sepffons”, donde permanece seis meses.

Tras la salida del campo, al ser liberado por la Resistencia Francesa, se encuentra con otros españoles. Uniéndose a los partisanos que luchan contra el invasor germano, Alejandro Cabello Sánchez es uno de los primeros en incorporarse a dicha Resistencia, al frente de numerosos grupos de voluntarios internacionales. En plena Segunda Guerra Mundial y ante la invasión nazi de Francia, estos grupos de españoles combatirán contra los alemanes hasta conseguir la liberación, pero siempre con el objetivo de continuar la lucha en España.

En 1943 es capturado y lo internan en el campo de concentración de “Vernet”, junto a prisioneros políticos de varios países. El destino de estos presos era Alemania o algún campo de exterminio, como Mauthausen. No obstante, Alejandro lo elude haciendo una estratagema con un médico militar. Lo interna en un sanatorio de tuberculosis, anexo al campo de detenidos, en el norte de Francia. Como era de esperar, en la primera visita detectan que no estaba enfermo, pero de allí también logra escapar junto a treinta franceses y otros dos españoles gracias a una acción exitosa.

En 1944 se integra en la 35 Brigada de guerrilleros españoles, en el suroeste de Francia. La misma fue muy combativa, tomando presos a unos 400 alemanes. Hasta 11.000 españoles se concentraron en el sur de Francia para organizarse y actuar contra la dictadura que seguía sufriendo España. Éste fue el origen de la Operación Reconquista de España, efectuada en octubre de 1944. Consistió en varias invasiones a lo largo de los Pirineos que pretendían confundir al Ejército franquista. El verdadero objetivo militar era ocupar el Valle d’Aran, en Lleida, para instalar un Gobierno republicano en suelo español capaz de negociar con las fuerzas aliadas. La reacción del Régimen de Franco fue rápida y contundente, lanzando hacia el Pirineo más de 100.000 hombres. Aunque desconocemos en qué consistió, es segura la intervención de Alejandro Cabello Sánchez en la operación, bien integrando las fuerzas invasoras bien participando en la organización de la misma.

Durante la Guerra Fría, la política internacional francesa sigue las directrices marcadas por el Reino Unido y el Partido Comunista de España acaba siendo ilegalizado en Francia en julio de 1950. Asimismo, los residentes extranjeros tenían prohibido realizar actividades políticas. En este contexto, en 1949 Alejandro es deportado por el gobierno francés a la isla de Córcega por realizar actividades comunistas, siendo abandonado como apátrida. Para entonces ya estaba casado, con una italiana, María Teresa Colini, y era padre de un niño de 4 años. En la cárcel no tardará en tramar un plan de fuga. Conseguida la liberación y tras pasar por Bélgica y Checoslovaquia, llega a Polonia. Aprovecha la oportunidad que le brinda el gobierno polaco y en este país y en Hungría realiza los estudios primarios, secundarios y superiores, licenciándose como Ingeniero Agrónomo por la Universidad de Budapest. Aunque trabaja en Polonia, Alemania Oriental y Checoslovaquia, es en la capital húngara donde fijará su residencia durante más de una década.

El 16 de marzo de 1963 es la fecha de su llegada a La Habana, donde se establecerá de forma definitiva. Trabaja en el Instituto Nacional de Reforma Agraria, en el Instituto Superior de Ciencias Agropecuarias y en la Facultad de Ciencias de Agronomía de La Habana como profesor. Asimismo, cursa la carrera de Biología y obtiene la Cátedra de Ciencias Biológicas de la Universidad de La Habana. Se jubila en 1973, fecha en la que se doctora en Ciencias Agrícolas por la Universidad de Budapest.

Forma parte de los Hombres de Ciencia y Cultura Hispanoamericana de la ciudad de La Habana y es investido doctor honoris causa por la Universidad de La Habana. Habla ocho idiomas.

Nunca pudo olvidar la parte de su vida que dejó en España, aunque sólo pudo volver tras la restauración democrática. La primera vez en 1977. Con posterioridad, lo hará en innumerables ocasiones, visitando en todas ellas Montemayor, donde quedaron ocho hermanos. Siempre regresó a Cuba, su patria adoptiva.

Tuvo una segunda compañera, de Vigo, y con posterioridad se casó con una cubana, Amparo Isabel, con quien compartió una etapa de su vida, de jubilado, dedicada a leer y escribir. Pertenece a la Liga de mutilados de la Guerra Civil española y en la década de los ochenta se asocia al Centro Andaluz de La Habana, como uno de los pocos andaluces que quedaban en Cuba, llegando a presidir esta entidad.

Falleció a finales de agosto de 2005 en Miramar, municipio Playa, de la Ciudad de La Habana.